1. Éramos tres en la sala (partes 1 y 2)


    Fecha: 16/03/2019, Categorías: Erotismo y Amor Autor: lem, Fuente: CuentoRelatos

    ... mismo tiempo tranquilidad y tristeza, pues cada vez eran más los deseos que me inspiraba su persona y la ternura de sus palabras, sus suaves caricias y los pocos besos que nos llegamos a dar, habían despertado en mi, a la mujer sensual y cariñosa que siempre he sido pero que la rutina ha ido dejando a un lado.
    
    En fin, mi esposo le ofreció llevarlo al camión en la noche, él, para compensar nuestra hospitalidad nos ofreció invitarnos a comer fuera ese día, pero mi esposo dijo que por su trabajo no era posible y mi mama y abuelita no quisieron ya que por la edad casi todo les hace daño, solo quedaba yo disponible, mi esposo insistió en que fuéramos los dos, ya que se le hacía descortés no aceptar su invitación y que si podía él se saldría del trabajo para estar un rato con nosotros.
    
    El día transcurrió como siempre, a ratos cuando estábamos solos nos decíamos y hacíamos caricias leves, y cuando fue mediodía, tomamos un taxi al restaurante ya elegido por los tres. Por supuesto en el camino nos fuimos tomados de la mano como novios y no dejamos de tocarnos y besarnos con verdaderas ansias, desafortunadamente llegamos rápido al restaurante y con sorpresa vimos que ya mi marido estaba ahí, pedimos y charlamos contentos los tres, hicimos planes para ir a su ciudad algún día e irnos a la playa, que dicen es muy bonita, a mi por supuesto se me hizo agua la boca de pensar estar en la playa con él mi lado.
    
    Cuando ya íbamos terminando la comida, yo me quite un zapato, discretamente, y le puse el pie en la entrepierna, ya que estaba sentado frente a mí, sentí como rápidamente tuvo una erección y bajó la mano, también discretamente, y me empezó a acariciar el pie, tobillo y muslo, con tal pasión, que provoco una humedad repentina en mis pobres pantimedias.
    
    De repente a mi esposo le sonó el celular y luego de unas instrucciones se levantó de la mesa y se disculpó por tener que irse, había ofrecido llevar de compras a mi amigo, pero no podría, me volteo a ver y me dijo ¿puedes llevarlo tú? Yo le dije que estaba bien, pero sin mucha emoción, por aquello de las sospechas, se despidieron y quedaron de verse en la noche para irse al camión, una vez solos, me dijo, ¿vamos a las compras? O vamos a otro lado, yo hice como que no entendí, y le dije suavemente, donde tú quieras, pidió un taxi y luego de una indicación rápida al taxista este nos llevó fuera de la ciudad, nos dejó en un bello hotel campestre y prometió regresar por nosotros en 2 horas, yo iba con mucha emoción y nervios, realmente nunca había sido infiel, aunque siempre he sido apasionada y caliente.
    
    Mi amigo se presentó como Sr. y Sra. Hernández y pidió una suite con jacuzzi, rápidamente nos llevaron a la misma y una vez solos, nos abrazamos y besamos con enorme ímpetu, eran muchos días de breves contactos y caricias y francamente ya lo deseábamos con muchas ganas, me beso, acaricio, por el cuello, la espalda, me cargo y abrazo con muchísimo amor, mientras no dejaba de decirme piropos y ...
«1...345...»