1. Éramos tres en la sala (partes 1 y 2)


    Fecha: 16/03/2019, Categorías: Erotismo y Amor Autor: lem, Fuente: CuentoRelatos

    Estábamos en la sala los tres, mi marido, un ex compañero de trabajo y yo, ellos estaban sentados en el sofá y yo en un sillón individual.
    
    La razón por la que él estaba en nuestra casa fue porque vino a la ciudad a arreglar unos papeles y al no tener donde quedarse y siendo amigo de mi marido él lo invito a quedarse con nosotros.
    
    Recuerdo que yo llevaba un vestido blanco ancho de la parte de abajo y corto ya que me llegaba por encima de las rodillas, también llevaba puestas unas pantimedias en color natural, las uso todo el tiempo, me encanta usar pantimedias y las uso sin pantaletas ya que me incomodan.
    
    Aunque era mi ex compañero, en realidad hablaba mas con mi marido que conmigo, ya que por cuestión de celos yo procuraba no hablar mucho con él y que mi viejo no fuera a pensar mal.
    
    Estábamos viendo una película de terror y yo tenía las piernas tapadas con una manta.
    
    Cuando empezaron las escenas fuertes me asusté y me fui a sentar al sofá al lado de mi marido (argumentando tener miedo) y me llevé la manta con la cual nos cubrimos los tres, entonces ellos comenzaron a bromear sobre lo espantada que estaba y seguimos viendo la película los tres en el sillón, yo en medio de los dos aunque lógicamente más cerca de mi esposo, aunque de todos modos cerca de mi amigo.
    
    En un momento dado sentí como una mano comenzó a tocar mi pierna, eran una serie de caricias muy suaves y lentas desde mi rodilla hasta la mitad del muslo.
    
    Yo me recosté en el sofá con los ojos cerrados gozando de aquellas caricias y sonreí pensando en lo morbosa que era la situación, mi marido acariciándome bajo la manta a escondidas y a un lado de nuestro amigo…
    
    Tapada con la manta tomé esa mano y la llevé al interior de mis muslos invitándole a que me acariciara ahora esa zona mucho más sensible porque la verdad estaba disfrutando mucho esa situación.
    
    Seguí con los ojos cerrados deleitándome con las caricias que estaba recibiendo en la entrepierna, la mano se movía por el interior de mis muslos acariciándolos y apretándolos a placer, muy despacio y con tanto cariño que sentí como mi vagina comenzaba a mojar mis pantimedias.
    
    Abrí las piernas para que las caricias se fueran acercando a mi panocha hasta que sentí como esa maravillosa mano me acariciaba el coño por encima de las pantimedias pero por la postura en la que estaba solo podía acariciarme con un dedo, intenté moverme para dejarle vía libre a mi vagina y cuando abrí los ojos para hacerlo el corazón me dio un vuelco.
    
    Estúpida de mi, estaba disfrutando tanto del placer que me estaban dando que no me percaté hasta ese momento que las caricias no me las estaba dando mi marido sino mi amigo.
    
    Lo miré con furia, con ganas de darle una buena bofetada pero estaba recostado hacía atrás con los ojos cerrados haciéndose el dormido que lo único que hice fue suspirar de resignación y placer.
    
    Mi marido me miró y me dijo “No te muevas mucho que ya se quedó dormido, no se vaya a despertar”
    
    Estuve a punto ...
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