1. Nuestra amiga argentina con su vecinito


    Fecha: 17/05/2019, Categorías: Anal Autor: dantraloco, Fuente: CuentoRelatos

    ... café, saca unos sanguchitos de miga, él estaba parado preparando todo y hablamos alago así:
    
    Pendejo: Caro, te quiero contar algo, porque no quiero cagarte y ser sincero con vos.
    
    Yo: dale, contame que pasa.
    
    (La verdad es que no entendía un carajo, no sabía que me iba a decir.)
    
    Pendejo: desde hace un par de semanas estoy de novio, pero ¡de novio en serio!, con una pendeja, que está re enamorada de mi y estamos muy bien.
    
    (¡La verdad es que me importaba un carajo eso!, pero pobre, pensó que me iba a molestar)
    
    Yo: todo bien, yo también estoy de novia.
    
    Pendejo: entonces ¿no te jode?
    
    Yo: ¡no!, las cosas están más que claras, y te hago una pregunta, ¿le haces la cola como a mi?, ¡pero decime la verdad!
    
    (Se quedó callado, como que no esperaba esa pregunta.)
    
    Pendejo: la verdad que no, ¡es más chica que yo!, cogemos si, pero la cola todavía no.
    
    (Como me calentó eso, saber que conmigo hace cosas que con la novia no, me hizo sentir que era, como su putita y eso me calienta, ¿me explico?)
    
    Yo: ahh, entonces ¿yo vendría a ser tu putita?
    
    Pendejo: no Caro, no lo pienses así.
    
    Yo: si, pero soy tu putita, con la que hacés lo que no hacés con tu novia.
    
    (Me gustan esas situaciones, me mata la adrenalina de jugar a “ser la putita”, más ¡de un pendejo hermosos como este!, y más pensando que se iba a enojar por lo que le dije, pero aposté a más, y me jugué toda, cosa que me excito mucho.)
    
    Yo: ¿sabés que hacen las putitas?
    
    Pendejo: (totalmente desorientado) no
    
    Me acerco a él, lo beso, me pongo de rodillas, ahí en la cocina, le bajo el bóxer y le empiezo a chupar la pija, pero como a mi me gusta, despacito, muy despacio, hasta que la tenía bien parada, me la meto toda en la boca, le acaricio los huevos, se la sigo chupando, hasta que dio la sensación que iba acabar, y le digo, “no, en la boca no”
    
    Me apoyo sobre la mesada, me mete las manos bien en las tetas y me empieza a poner la pija en la concha (pero estaba en esos días, que sin forro en la concha ni en pedo, por más que me cuide con pastillas) y le digo, que no, que por ahí no, y otra vez, yo bien arqueada, me la empieza a poner por la cola, yo ya apoyada en la mesada hasta que me la mete entera, a los gritos, porque no estaba bien lubricada, y al principio un poco me dolió hasta que entro, pero terminamos acabando los dos y yo sintiendo esa hermosa leche calentita ¡en mi cola!
    
    Me voy a un baño que había ahí, me lavo, y ahí si, tomamos el café, comimos algo, hablamos mucho (cosas que ni las voy a contar porque seguro a nadie le interesa).
    
    No sé, ya serían las 20 hs. le digo que me voy para casa, me visto, cuando salgo veo, que se yo ¡3000 mensajes de mi novio!
    
    Le contesto, que ya le había dicho que le iba a contestar cuando se me pasara el enojo. Y después le digo ¡que ya se me paso!, bueno hablamos un rato, y a la noche me paso a buscar por casa y… si ¡termine cogiendo de nuevo!
    
    La verdad es que cuando me acosté, no daba más, mi conchita ardida, jaja ...