1. Sandra, colombiana viciosa


    Fecha: 16/05/2019, Categorías: Hetero Autor: ICR1975, Fuente: TodoRelatos

    ... húmedo coño, primero lentamente, pero en apenas un minuto fui subiendo el ritmo y la fuerza de mis embestidas.
    
    -¡Eso es cabrón! ¡Fóllame el coñito!
    
    -Toma rabo en tu coñito de putita!
    
    Pasados unos minutos Sandra exploto de nuevo en un ruidoso orgasmo.
    
    -¡Haaa, haaa ¡Si, joder, qué rico! –Gritó entre estertores, para a continuación quedarse con la cabeza ladeada sobre la cama resoplando.
    
    En ese momento decidí que había llegado el momento de disfrutar de su respingón culo.
    
    -Prepárate zorrita, sabes lo que voy a hacer ahora, ¿No?
    
    -Claro que sí, me vas a meter la polla por el culo, lo estoy deseando.
    
    Me cogí el rabo por la base y lentamente se lo fui metiendo en el culo. Poco a poco, como ya había hecho con su coño, fui subiendo el ritmo, y en un par de minutos le estaba dando con todas mis fuerzas.
    
    -¡Toma polla, por puta! –Le grité, sabiendo que ese tipo de comentarios la ponían cachonda a más no poder.
    
    -¡Eso es! ¡Rómpeme el culo! ¡Quiero que me hagas daño, joder!
    
    En apenas tres minutos noté que mi corrida era inminente, por un momento pensé en correrme dentro de su culo, pero me vino a la mente la visión de su trasero mulato con mi leche blanca haciendo contraste, resbalando hacia abajo, ese pensamiento hizo que ya no pudiera aguantar más.
    
    -¡Haaa! ¡Toma corrida zorra! –Grite, pajeandome la polla sobre su culo, mientras los chorros de semen caían sobre el. Apunte bien y el último chorro cayó justo en su glorioso agujero entrando en el.
    
    Como había imaginado un momento antes, la visión de su culo, allí, en pompa, con el semen chorreando, resbalando por el hasta caer, en parte, sobre las sabanas, fue una imagen que nunca olvidaré.
    
    -Ufff, me has dejado seco, que ganas tenía de meterte una buena follada. –Le dije, tumbándome a su lado. Ella con sus dedos fue recogiendo el semen de su culo, llevándoselo a la boca para saborearlo mientras no paraba de sonreír. –Joder, menuda viciosa estás hecha, como te gusta tragar lefa.
    
    -Ya sabes que me encanta.
    
    Dormimos un par de horas. Luego salí a la calle para comprar comida y regresé rápidamente a la habitación. Aquella sesión de sexo salvaje, que había empezado un viernes por la noche, se alargó hasta el lunes por la mañana, apenas media hora antes de mi reunión. 
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