1. Sandra, colombiana viciosa


    Fecha: 16/05/2019, Categorías: Hetero Autor: ICR1975, Fuente: TodoRelatos

    ... encharcaba la polla y resbalaba por su barbilla cayendo sobre sus tetas. Estaba claro que la niñata sabia chupar una polla, y sabía cómo nos gusta a los hombres que nos la chupen. En ese momento no pude evitar pensar en cuando la conocí, prostituyéndose por los bares y discotecas de la capital, y en la cantidad de turistas a los que les habría chupado la polla. Estuve disfrutando de su ensalivada mamada un buen rato. Decidí que, como estaba muy cachondo, iba a correrme en su boca y después ya la follaría. Coloqué mis dos manos sobre su cabeza y empecé a follarle la boca con furia, la visión de su saliva saliendo y el ruido de su garganta al atragantarse me puso tan cachondo que ya no pude más.
    
    -¡Ufff! Eso es preciosa, traga, trágatelo todo. –Le dije entre suspiros, con la polla totalmente clavada en su boca, mientras los chorros de mi semen inundaban su garganta- Eso es, buena putita, sigue, sigue chupando un poco más.
    
    Ella, sumisa como siempre, estuvo un par de minutos más chupándomela, tragando los restos de semen que quedaban sobre ella, dejándomela reluciente con su lengua y su saliva.
    
    -¡Dios! Cómo me gusta tu polla. Y menuda corrida te has pegado, no sabes lo cachonda que me pone cuando te corres en mi boca o mi cara. –Dijo, y a continuación se metió el glande en la boca, succionándolo con fuerza, saboreándolo, lo que hizo que tuviera una última descarga de placer.
    
    -Voy un momento al servicio, sigue empalmado que en cuanto salga quiero que me folles hasta reventar de gusto.
    
    -De eso puedes estar segura, estoy tan salido que creo que la tendré dura toda la noche.
    
    En apenas unos minutos regresó a la habitación, totalmente desnuda.
    
    -Me he dado una ducha, quiero estar recién duchadita para que me metas la lengua por todas partes.
    
    Sus palabras, y su apariencia de no haber roto nunca un plato, me pusieron más cachondo aún, si es que eso era posible.
    
    -Ven aquí zorrita, ponte a cuatro patas en la cama.
    
    Ella, obediente como siempre, así lo hizo. Me situé detrás de ella y empecé a lamerle el coño desde atrás, lamiéndoselo de arriba abajo y viceversa, subiendo hasta su culo, lamiéndoselo, metiéndole la lengua lo más profundo que podía.
    
    -¡Eso es cabrón! Lámeme el culo, ¡Joder que gusto! –Gritó, mientras yo no paraba de lamerte el ojete, metiéndole de vez en cuando dos dedos. Ella, con su mano derecha se masturbaba con furia. -¡Sí, sí, sí, joder, me voy a correr! –Estallando a continuación en un orgasmo antológico. –Ufff, que gusto me has dado, me dijo tumbada boca abajo, mientras yo me tumbaba a su lado.
    
    Sin mediar palabra empezó a besarme en el pecho, bajando rápidamente hasta la polla y empezó de nuevo a chupármela.
    
    -¡Joder! Estaría todo el día con la polla metida en tu boca ¡Ufff que bien la chupas!
    
    Pasados unos minutos decidí que ya era hora de disfrutar de su rasurado coño.
    
    -Ven, ponte a cuatro patitas, como estabas antes.
    
    Me coloqué detrás de ella, de pie, fuera de la cama, y le metí la polla en su ...