1. Mi primer masaje erótico.


    Fecha: 13/05/2019, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Lucky365, Fuente: TodoRelatos

    ... hacerlo, pero no, sus intenciones eran otras.
    
    Luego coloco una almohada a la altura de mi vientre para que mi culo quedara levemente levantado y volvió a torturarme pasando sus dedos verticalmente por mi vagina, cuidando siempre de rozar mi clítoris, de vez en cuando me metía un dedo, pero sus pulgares estaban encargados de acariciar mi ano, a todo esto yo estaba empapada de mis jugos vaginales y entre ellos y el aceite la lubricación era exquisita.
    
    Comencé a mover mis caderas nuevamente recibiendo cada vaivén de sus dedos, lo quería adentro de mí, intente darme vuelta para jalarlo y que se acostara con migo, pero no lo permitió
    
    —Quieta amor, solo disfruta.
    
    —Me estas enloqueciendo, te quiero dentro de mí —le supliqué levantando más mis pompas para que sus dedos se hundieran mas adentro.
    
    —La espera valdrá la pena, lo prometo —me aseguró—. Date vuelta pidió.
    
    Le hice caso pensando que se había rendido, pero no fue así.
    
    Volvió su atención a mis pies, masajeando la parte de enfrente de estos, cosa que me volvió a relajar, pero mi vagina seguía empapada, subió masajeando entre el tobillo y la rodilla, aquí lo hizo con la palma cerrada ejerciendo poca presión en las partes sensibles y presionando cuando pasaba por el músculo.
    
    Luego subió entre mi rodilla y la ingle, inicio de manera decente solo frotando y presionando de vez en cuando a modo de relajar los músculos, al pasar por mi ingle a veces pasaba rozando mis labios vaginales con sus pulgares, comencé a mover las caderas nuevamente buscando más contacto.
    
    —Te has puesto bien rica —dijo introduciendo dos dedos dentro de mí.
    
    —¿A poco no se te antoja? —le pregunté levantando más las pompas.
    
    —Sí y me la voy a comer, pero calma que la noche es joven.
    
    —Yo quiero ahorita —le dije haciendo un puchero y queriéndome levantar para agarrarlo de ahí, podía ver la humedad en su tanga, él estaba semi sentado en mis piernas.
    
    Agarro mi mano con una mano impidiendo que lo agarrara y con la otra mano se sacó a mi hermoso bebé con sus casi veinte centímetros.
    
    —¿Esto quieres? —preguntó frotándose el solo de arriba hacia abajo con su mano.
    
    Yo no podía estar en más estado líquido que en ese momento.
    
    —Sí por favor dámelo —le supliqué.
    
    —Aún no hemos terminado con el masaje, no te puedes quedar a media.
    
    —Ya no lo necesito estoy relajada, hoy te quiero a ti adentro —dije haciendo un nuevo intento por agarrarlo.
    
    —No, falta la mejor parte, ten paciencia —dijo empujándome levemente para que volviera a acostarme.
    
    —Si, como paciencia es mi segundo nombre —le dije haciendo caso.
    
    La próxima zona fueron mis caderas, entre la cintura y la ingle. Antes de iniciar derramó más aceite, dejando caer la mayor cantidad sobre mi vientre, con sus cuatro dedos ejercía una suave presión en las caderas y con los pulgares masajeaba mi vientre, cuidando siempre de frotar mis labios vaginales con cada vaivén de sus pulgares.
    
    Moví mis caderas rítmicamente con sus caricias y sin ...