Mi primer masaje erótico.
Fecha: 13/05/2019,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: Lucky365, Fuente: TodoRelatos
La historia que les voy a contar ocurrió hace muchos años.
Ya en aquel entonces me había independizado y vivía sola, mi novio (le llamaremos Ryan) llegaba todos los días a visitarme pero no se quedaba siempre a dormir. Aquel día en particular yo había tenido mucho estrés en el trabajo y llegué cansadísima, después de darme una ducha solo quería dormir.
Por suerte Ryan llego y me llevo pupusas para cenar, vio que estaba muy cansada y me propuso que si quería que me hiciera un masaje, nunca antes me había hecho uno y supuse que sería un masaje típico.
Se fue a la habitación y preparó el escenario, soy una persona a quien encantan las fragancias aromáticas y acostumbro a tener en aceite o inciensos para cuando me siento estresada o quiero relajar el ambiente.
—Nena ven a la cama, ya está todo listo —anunció.
Como corderito fui y me acosté.
—No, quítate la ropa —me pidió.
—Mmm, ¿estás seguro que es un masaje el que me quieres hacer? —le pregunté disfrutando el delicioso aroma a canela que las velas encendidas esparcían, la luz en la habitación era tenue solo las 2 velas y la lámpara pequeña que tenía.
—Sí, solo que para que lo disfrutes más tienes que estar desnuda.
—Ok. —le dije y me desvestí.
Vi que él también se desvestía quedando solo en tanga «!masaje!, si como no pensé al verlo desnudo y con su amigo levantado»
—Acuéstate boca abajo.
Antes de iniciar con el masaje tomo el vote con aceite de naranja y roció con su líquido todo mi cuerpo, esparciéndolo levemente a modo que no se desperdiciara, de inmediato la fragancia inundo mis sentidos y me relajó, con mis brazos abrazaba la almohada y creí que me quedaría dormida, pero Ryan tenía otros planes.
Inicio masajeando mis pies, desde la punta de los dedos, pasando por el arco, el talón y finalmente llegando a los tobillos, ejerciendo presión adecuada con sus pulgares en cada lugar, no tarde en suspirar de lo delicioso que sentía.
Luego subió a mis pantorrillas y aquí fue más generoso, fueron casi caricias, no tardo en subir a las piernas, ahora si ejerciendo presión en cada músculo para relajarlo, de pronto sus manos comenzaron a llegar hasta mis nalgas y cada vez que pasaba de las nalgas a las piernas rozaba levemente con sus pulgares mi ano, se quedó un momento masajeando por ahí y de vez en cuando hacía llegar sus índices hasta mis labios vaginales, se sentía tan rico que no tardé en comenzar a suspirar y a mover mis caderas demandando más atención en ese lugar.
—Calma amor, relájate, que esto apenas comienza —dijo Ryan, quitando su atención de esa zona.
Paso a la espalda y hombros, dejando caer más aceite en el canalito de mi espalda y se sintió súper rico, le dedico el tiempo necesario a deshacer los nudos de tensión que tenía en el cuello y los hombros, luego masajeaba el costado llegando a mis pechos.
Yo quería darme vuelta y que me los masajeara bien, ¡no! lo que realmente quería es que se los llevara a la boca y se los comiera como solía ...