1. Mi marido en casa. Yo, de viaje con mi jefe, fui su puta


    Fecha: 13/05/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Urania87, Fuente: CuentoRelatos

    ... queda en los dos resolver las diferencias o hacerse el tonto y dejarlas pasar.
    
    De pronto un pensamiento en mi cabeza y sentí un enfado: mi esposo habría preferido ignorar cada situación en las discusiones que habíamos tenido días atrás y en ningún momento había sugerido alguna solución en cambio se desquiciaba y perdía el control. Eso me hizo enojar mucho y a pesar de que ya lo sabía, lo último que había dicho Don Rodrigo había hecho a andar mis pensamientos.
    
    Llegamos a al Cd. de México, Don Rodrigo se ofreció a llevar mi equipaje, pidió un Uber y enseguida nos dirigimos a hotel que se ubica en paseo de reforma, al llegar al hotel pedimos la reserva y nos dispusimos a irnos a nuestra habitación. A mi me había tocado en el quinto piso mientras a que Don Rodrigo le habría tocado en el séptimo, en el elevador habíamos decidido bajar al restaurant después de dejar las cosas en la habitación.
    
    Lejos de lo que había escuchado de Don Rodrigo era otra la imagen que estaba teniendo del Dir. General de la dependencia, tenía tacto para hablar con las personas, sabia escuchar y tenía buena conversación, además de un porte de hombre elegante que me tenía intrigada desde que habíamos compartido asiento en el avión. Es por eso que decidí cambiarme para bajar al restaurante, tome un vestido corto que había llevado, de color gris, con un escote discreto pero no dejaba nada a la imaginación pues hacía que se marcaran bien mis senos, cambie los zapatos cómodos del viaje por unas zapatillas negras, me arregle el cabello y mi maquillaje. Baje y al llegar al restaurante vi que ya estaba Don Rodrigo, me pareció una falta de respeto de mi parte y lo `primero que hice al llegar a la mesa fue disculparme por el retraso —“Descuida Urania, llevo como 20 minutos aquí esperando, pero valió la pena la espera” —dijo al momento que recorría mi cuerpo de pies a cabeza con la mirada, yo no pude evitar sonrojarme, Rodrigo aún vestía con su traje, el siempre vestía formal y no puedo negar que me estaba pasando algo con él, le tenía mucho respeto, pues era mi jefe pero había algo en el que me tenía intrigada y sentía atracción hacia él.
    
    Durante la comida me sugirió algunas platillos para pedir, tenía mucha clase y he decir que cada momento que pasamos comiendo en ningún momento hablamos de trabajo, Rodrigo tenía tres hijos y una esposa que según como el me platico la llama de su relación se había apagado hace mucho, por el efecto del vino que me había tomado y con imprudencia se me salió —No sé cómo las personas pueden aguantar tanto tiempo sin estar con alguien —Rodrigo me había entendido, me di cuenta de la imprudencia que había cometido y él en ese momento me tomo de la mano, riendo me dijo —No te preocupes Urania, aunque no lo creas tiene mucho que no estoy ni con mi esposa ni con otra mujer, no te puedo negar, las ganas no me faltan —con eso último su mirada hacía mi cambió, había deseo en su mirada, de eso no tenía duda, me sentí mareada por el vino y le sugerí que ...
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