1. Alegrando a un anciano


    Fecha: 12/05/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: rolf, Fuente: CuentoRelatos

    ... que volver al local a seguir ayudando
    
    —espera chica, no te vayas aun, ¿recuerdas que prometiste charlar conmigo hasta que esa banda de mierda termine?, seguramente no van ni por la mitad
    
    —lo se don, pero no quisiera despertar a los señores que están descansando más allá
    
    —naaa déjalos los tipos deben están tan intoxicados que no se despertaran hasta mañana… bueno si es que despiertan, ya hubo un par de fumones muertos el mes pasado, ven acá niña, siéntate a mi lado
    
    La chica hizo caso al horrible sujeto y descanso su gran y bien formado trasero sobre unos cuantos trapos sucios que seguramente usaban como almohada
    
    —dígame don, ¿hace cuánto que usted vive acá?
    
    —pues prácticamente casi toda mi vida, de chamaco mis padres fallecieron, no conocía más familia así que tuve que dejar la secundaria y vivir de lo que sea, la calle es dura pero me las he arreglado y ya cuando tienes mi edad sabes un par de cosas para sobrevivir el día a día
    
    El viejo noto a lo lejos que uno de los tipos inconscientes que había estado bebiendo tenía una botella mediana de vodka del mas ordinario casi a la mitad, por lo cual se paró lo más rápido que pudo y se lo trajo a su lugar
    
    —¿por qué hizo eso?
    
    —descuida chica el tipo esta tan borracho que ni se acordara, además el trago se hubiera desperdiciado con ellos que ya no son capaces ni de pararse
    
    Dicho esto busco entre sus cosas dos pequeños vasos descartables que siempre guardaba cuando quería tomar con algún sujeto del lugar, así que agarro ambos y los llenos hasta la mitad
    
    —salud muñeca! Por alegrar este horrible lugar con tu hermosa presencia.
    
    La chica no era de tomar, pero no quería rechazar al pobre anciano por miedo a hacerlo sentirlo mal
    
    —salud, don Eulias
    
    Los nuevos amigos prosiguieron a tomar poco a poco y a seguir hablando de cosas relativamente sin importancia, El viejo no perdía detalle del escote y del nacimiento de los antojables pechos que se escondían debajo de esa camisa, en eso a lo lejos se escuchaba que estaban poniendo reggaetón antiguo que venía de algún bar de mala muerte cercano al lugar, el viejo vio una oportunidad en esto y sin dejar de mirar el escote de la muchacha le propuso bailar.
    
    —sabes muchacha siempre he querido aprender a bailar, ¿crees que me puedas enseñar uno o dos pasos?
    
    Milly sabía que ese tipo de música se bailaban bien pegados y aunque no saliera mucho si le encantaba bailar y era obvio que sabía cómo moverse cuando sonaba ese tipo de canciones, la pequeña dudo un poco pero luego accedió y levantándose ella primero tomo de la mano al anciano para ayudarlo a pararse, agarro ambas manos y se las puso en la cintura, Milly era un poco más alta que el anciano por lo cual se le hizo más fácil llevar sus manos a la nuca del viejo y comenzaron a moverse la canción como se sabe era rápida pero ella procuraba ir despacio para que don Eulalio siga sus pasos
    
    El viejo quien le llegaba a la altura de la nariz a la universitaria aprovechaba su ...
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