1. Alegrando a un anciano


    Fecha: 12/05/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: rolf, Fuente: CuentoRelatos

    ... dudar era que ponerse, miro su armario y vio muchas cosas interesantes, le encantaría ir con un vestido escotado de esos que enseñan medio seno, también le gustaba ese top pegado o aquel vestido de color morado que resaltaba muy bien sus atributos, al final se decidió por un short de jean pequeño con la excusa de que hacía mucha calor y lo completo con una camisita ceñida de color rojo con azul se puso unas botas para que hagan juego con su atuendo y quedo lista.
    
    El camino hacia el barrio no era muy lejos, se tardaba casi una hora en bus llegar hasta el lugar, ya en el bus se hacía idea de que hacer primero, había llevado una gran bolsa de víveres y otra gran bolsa de juguetes para los niños del pueblo aprovechando que se acercaba navidad.
    
    El momento llego y todo transcurría de la mejor manera al evento fueron muchísimas personas humildes, algunas no tenían un techo donde dormir y para suerte de nuestra joven la gran mayoría de los que estaban en este gran evento eran personas de la tercera edad, la muchacha trato de verse lo más sexy posible para los viejos pero no tanto para llamar la atención de las ancianas o demás personas chismosas que le podrían malograr su plan, se desabotono un par de botones de su sexy camisa, se amarro el cabello y procedió a ayudar.
    
    Milly ayudo repartiendo el paneton con leche a cada anciano, niño o persona necesitada, que estupefactos miraban a esa hermosa doncella de grandes nalgas contornearse de un lado a otro, algunos pubertos tampoco perdían detalle de esos grandes pechos sobre todo cuando se inclinada a propósito para hacerles conversación de cualquier cosa.
    
    Don Eulias era uno de los viejos que más conversación le hacía para estar los más posible con ella
    
    —y dime muchacha ¿qué te trae a visitar este horrible lugar por estas fechas?
    
    —no diga eso señor, es un lindo barrio y solo quería ayudar un poco
    
    —¿lindo?, Esta pocilga es de lo peor, al menos algunos tienen casa donde refugiarse, en cambio yo tengo que acomodarme en la calle con varios de estos vejestorios.
    
    —bueno, al menos ahorita puede disfrutar de un grato momento
    
    —contigo muñeca sin duda paso un lindo momento.
    
    Le decía esto mientras miraba fijamente los pechos de la joven
    
    —jiji que cosas dice usted, bueno si me disculpa iré a ayudar en la cocina
    
    —no te vayas preciosa, acompaña a este horrible viejo un poco más, esas viejas pueden arreglárselas solas
    
    —mmm no lo sé señor, creo que debería ayudar un poco mas
    
    El viejo le pone una mano en su pierna
    
    —confía en mí, esas gordas creídas saben lo que hacen
    
    Milly sintió la tibia y callosa mano del viejo y con delicadeza la aleja de ella
    
    —está bien don, me quedare a charlar un ratito más, mmm y dígame ¿qué edad tiene usted?
    
    — tengo 79 y a mucha honra jeje y tu preciosa mmm déjame adivinar
    
    El viejo la miraba de arriba abajo excusándose de que está pensando
    
    —discúlpame el atrevimiento pero esa carita inocente que tienes me dice que no pasas de los 20 años, ...
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