1. Mi zorra, su café y la leche de mi padre


    Fecha: 10/05/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Suberina1, Fuente: CuentoRelatos

    Tras la majestuosa follada a la que se sometieron mi mujer y mi padre la tarde anterior y una noche en la que ella y yo también lo hicimos varias veces por todos lados de una forma subida de tono por la calentura acumulada y comentamos la experiencia vivida con mi padre, a la mañana siguiente Nuria se levantó temprano para preparar el café para el desayuno. Vestía un precioso conjunto de lencería blanca compuesto por sujetador, tanga, liguero y fantásticas medias sexys, acompañado de unos maravillosos tacones, que se había puesto por la noche, aparte de porque le gusta utilizarla también para ponerme a mí caliente, cachondo y excitado por el morbo y el deseo inmenso que me invade cuando la veo vestida así.
    
    Tras morrearse profundamente conmigo mientras yo le acariciaba sus piernas geniales y su culazo maravilloso, ella salió de nuestra habitación dejando la puerta entreabierta mientras yo apuré un cigarro en la cama durante varios minutos más a la espera de que el café estuviese preparado. Antes de llegar a la cocina se desvió hacia la habitación de mi padre para darle los buenos días y preguntarle si le apetecía un café, a lo que él respondió que sí, acercándose hasta su cama para darle un beso que se convirtió en apasionante morreo mientras él le magreaba tetas, coño y culo por encima de su lencería, lo que yo escuchaba desde la cama.
    
    Mi mujer salió de su habitación y se dirigió a la cocina, no llevaría allí ni 5 minutos cuando, desde mi cama, vi pasar a mi padre por el salón totalmente desnudo y con su polla de 24 centímetros bien dura y erecta dirigiéndose a la cocina, lo que hizo que yo saltase de la cama como un resorte y sigilosamente para observar. Mi padre se plantó ante mi mujer y cerró un poco la puerta dejándola algo entreabierta por lo que yo pude, por tanto, presenciar desde el salón lo que estaba a punto de ocurrir.
    
    Al verlo entrar Nuria, que se encontraba preparando el café sobre la encimera, se giró hacia él y le dijo "¡vaya, suegro, cómo has amanecido esta mañana!", a lo que él le respondió "Llevo así toda la noche. Te he estado escuchando follar con mi hijo y tus jadeos y gemidos me han obligado a hacerme varias pajas mientras te escuchaba, zorra. No te imaginas cómo me he corrido pero aun así me tienes cachondo y caliente como un puto perro", palabras que consiguieron arrancar una sonrisa muy pícara y caliente por parte de mi mujer, quien volvió a girarse para continuar haciendo el café. Mi padre, por su parte se fue hacia ella y, por detrás, comenzó a abrazarla por la cintura y el vientre mientras besaba suavemente su espalda y sus brazos, aprovechando para desabrocharle el sujetador y comenzar a acariciar y masajear sus extraordinarias tetas y pezones por debajo del mismo mientras le decía "¡Mi puta, qué tetas y qué pezones tan extraordinarios tienes. Cómo estás de buena, hija de puta!", gesto cariñoso al que mi mujer respondió girándose de nuevo para morrear a mi padre con lascivia y morbo mientras le cogía la polla ...
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