1. MI HERMANA, SUS HIJITAS… a coger


    Fecha: 06/11/2020, Categorías: Dominación / BDSM Fetichismo Incesto Autor: zoorromexico, Fuente: SexoSinTabues30

    Al igual que la mayoría de la gente, inicié mis primeras experiencias sexuales con mis primitas cuando tendría yo 7 años; recuerdo que mi pito si se paraba, pero aún se doblaba y era imposible lograr penetrar a mis primas.
    
    Hoy soy un soltero irredento de 36 años de edad, mi hermana Esperanza tiene 31, sus hijas 5 y 8 recién cumplidos. La primera vagina en donde de verdad metí la verga fue precisamente en la de mi hermana cuando ella rondaba los 6 años. Dado que fue ella quien me lo propuso, entiendo ahora que alguno de mis primos la desvirgó unos meses antes. Por aquella época, regresamos a la ciudad después de pasar una larga temporada en el norte de país. No habíamos comprado casa y de manera temporal, mis abuelos nos habían prestado un pequeño departamento de dos recamaras, en donde se escuchaba todo. Esperanza y yo dormíamos en una pequeña cama, mis padres aparte para poder coger a gusto.
    
    Esperanza me propusojugar a los esposos, en donde yo tenía que meterle mi pipí en su cosita, pero lo hacíamos frente a frente y de costado, es decir, que no era nada eficiente, pero si muy caliente pues le agarraba una nalga con la mano. Me pedía que nos besáramos como lo hacían mis padres; en la boca y con mordida. Después de algunas noches le pedí que se acostara viendo al techo y que abriera sus piernas, yo encima y de esta manera si se perdió mi verga en su conchita. Por ser algo de verdad nuevo, yo trataba de buscar mi verga con la mano para acomodársela, pero ella me dijo que ya estaba adentro. Ya se la habían dejado ir completa. Pero su pepa era una delicia y sus besos mi perdición.
    
    Seguimos cogiendo de manera regular hasta que mi madre dedujo lo nuestro y con el cambio a la casa nueva, nos separó y pretendía vigilarnos a toda costa. Mi padre casi nunca estaba en casa y ella se largaba por las tardes a hacer sus compras o a visitar a parientes o amigas. Era en esas horas cuando cogíamos, pero lo hacíamos ahora de forma intermitente, pues yo tenía actividades escolares y deportivas que me alejaron de ella. No obstante, cuando llegué a la adolescencia, la verga se me ponía de verdad dura y grande, me urgía volver ajugar a los esposos con ella. La llevé a la recamara de mis papás y le pregunté si recordaba lo que hacíamos aljugar a los esposos, dijo que si y le propuse que jugáramos pero que ahora mantuviera los ojos cerrados, pues no quería que se asustara al ver ahora mi verga transformada en algo grande y diferente.
    
    La acosté, le bajé sus calzoncitos y le metí la cabeza del pene. Ella resintió en tamaño y la falta de costumbre pues nuestro juego se había suspendido por mucho tiempo. Me asusté y lo saqué pidiéndole que se vistiera y que no dijera nada. Así lo hizo, pero algunos días después y sin vigilancia alguna ella me pidió volver a jugar y dijo que le gustaba mucho que nos besáramos y que la tocara por todo el cuerpo. Evidentemente que acepté y en plena sala de la casa, la tiré a la alfombra, levanté su vestidito, le quité sus pantis y ...
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