Tu no, pero tu amiga si 5 - Relatos Eróticos

Tu no, pero tu amiga si 5

... vale que vengas. -le amenace, viendo como abría los ojos al caer en la cuenta.

Se giro y vino hacia mi mirándome furiosa. Alargue un brazo y la acerque levantándole una pierna y llevando otra vez mi polla a su coñito, mientras abría la boca y me veía buscar su pecho.

-¡Mmmh! ¡Aaaaah! ¡Cabrón! ¡Aaaaah! ¡Aaaaah! ¡me haces daño! ¡Aaaaah! -me decía botando en mi polla y notando mis mordiscos por sus pechos.

Volvía a estar atrapada, mis manos en su culo la guiaban y ella movía su pierna al ritmo que le marcaba, resoplando y gimiendo con cada vez más polla dentro. Al final, la hice parar con toda la polla dentro y le dije:

-Estate quieta ay perra, vamos a ver este culito.- y abrió los ojos, intentando levantarse sin poder con mis brazos que le agarraban firmemente.

-¡No! ¡No voy a poder! ¡Mmmh! ¡Sigue así joder! ¡Mmmmh!.- me decía notando mi polla endurecerse cada vez que entraba un poco mi dedo en su culo.

Yo seguía con sus tetas ya rojas, y la pobre quería botar en mi polla, haciendo que huía de mi dedo que entraba sin pararse, le miraba a los ojos y esos no mentían, pero ella quería follar y seguía sus pequeños movimientos, que algo de placer le daban.

-¡Aaaaajj! ¡Mmmh! ¡bestia! ¡Aaaj! ¡Aaaj! ¡Más despacio joder! ¡Aaaj! ¡Mmmmh! ¡cabrón! ¡Cabrón! ¡Mmmmh! ¡Aaaj! ¡Aaaj! ¡Aaaj! ¡Aaaj! ¡Aaaj! ¡Aaaj! ¡te odio! ¡Mmmmh! .-me decía botando otra vez en mi polla, pero también en mi dedo que le entraba hasta los nudillos cada vez que bajaba.

Ya no sabia que hacer, si gemir o insultarme, pero en cuanto su culo se dilato, se volvió a retorcer con otro orgasmo, sabiendo que no pararía, y notando como le empujaba ahora dos dedos. Quería huir y quería seguir, y se pego a mí, me agarro la cabeza y se empezó a correr botando alocada en mi polla.

-¡Mmmh! ¡Aaaaah! ¡Cabrón! ¡Aaaaah! ¡Aaaaah! ¡me corro joder, para un poco! ¡Ooooj! ¡Ooooj! ¡Mmmmh! ¡Aaaj! ¡Aaaj! ¡Más despacio joder! ¡Aaaj! ¡Aaaj! ¡Aaaj! ¡Aaaj! ¡Aaaj! ¡Mmmmh! ¡Mmmmh! ¡Buff! ¡Mmmmh! -me decía agradecida, notando como me corría y como aflojaba con los pollazos, pero no con mis dedos en su culo, que le daban un orgasmo eterno.

Me empujo al sofá, y se apoyo con las manos dejándome las tetas colgando, y su culo recibía mis dedos muy rápido, haciéndola gozar mientras mi polla aflojaba y se acabo saliendo. Yo seguía mi plan, y ella sabía lo que pasaría, y gozaba esperando que me volviera a empalmar.

-Bueno, ya esta preparado. Ya verás la próxima vez los gritos que pegas. Le dije parando de follarle el culo y retorciendo los dedos sin miramientos, mientras la apartaba y se los sacaba. Se quedo de lado en el sofá, y antes de hablar ya tenía la polla en la boca y sabía que tenía que hacer.

-Muy bien, buen trabajo, ya sabes lo que te he dicho. Ya me veras venir otro día a por tu culito.- le dije abrochándome y yéndome.

Me miraba con la boca abierta, y su culo protestando, y una vez cerré la puerta, grito:

-¡Puto loco! ¡te odio!

Pero era mentira, estaba contenta y pletórica ...