Historias del complejo turístico (53) - Relatos Eróticos

Historias del complejo turístico (53)

... bienvenida y asentando mis datos en el libro de turistas.

Me asignó la unidad, y me explicó todo lo que debía saber del complejo, el horario del desayuno, los servicios y me dejó un control remoto del portón para entrar o salir cuando quisiera.

Acomodé mis pocas cosas en el placard de la habitación, me cambié y me fui a caminar por la playa.

Cuando volví un par de horas después, le pregunté a Gabriel dónde podía comprar cosas para comer, y muy amablemente me dijo dónde podría encontrar lo que buscaba.

Esos primeros días, salía tan solo para ir a desayunar o para ir a caminar a la playa.

Era un jueves, luego de que había terminado de desayunar cerca de las nueve de la mañana, Gabriel se sentó a conversar conmigo.

Estuvimos hablando un buen rato, me contó del complejo, de cómo había llegado a ser el dueño, de Mora, su esposa y de los hijos de ambos.

Fue tan amena la conversación, qué le conté un poco de mi vida, y el motivo que me había traído esos días.

Al día siguiente, estaba sentado en uno de los bancos del parque, cuándo Gabriel salió de su casa, y se acercó hasta donde yo estaba.

-GABRIEL: Hola Mauro! ¿Me puedo sentar?

-MAURO: Hola Gabriel! Sí claro!

-GABRIEL: Perdón Mauro por la pregunta, pero después de qué te enteraras lo que ha pasado con tu esposa, ¿has vuelto a hablar con ella?

-MAURO: No, me ha llamado cientos de veces, y me ha mandado un montón de mensajes y audios, qué no he querido escuchar ni responder, las cosas estaban bastante claras, y en verdad no he querido ni podido escuchar sus explicaciones.

-GABRIEL: Quizás estos días te sirvan para reflexionar, y quizás también te sirva para pensar en sentarte a hablar con ella, para que se solucione o se termine, puede que solo sea un encuentro para confirmar lo que ya sabés, pero al menos en mi caso, yo no dejé de quererla de un día para el otro, quizás necesites cerrar ese círculo, si las cosas fueron así, puedas dejar esto atrás y seguir adelante con tu vida.

-MAURO: Quizás tengas razón, por eso es que me duele tanto, porque la amo desde que la conocí, pero no puedo vivir con esto clavado en el pecho. Quizás haya quién puede perdonar, tal vez olvidar, pero, ¿cómo se hace para recuperar la confianza perdida?, sí pudo ocultar las cosas y mentirme de esa manera, ¿cómo puedo volver a estar seguro de ella, de que eso no puede volver a pasar?

-GABRIEL: Te entiendo, y entiendo tu dolor, pero no podés quedar anclado en él, sos muy joven, tenés toda una vida por delante, y tenés que buscar la manera de superar esto. Quizás un amigo, un familiar, tener a alguien con quien hablar de lo que te pasa. La vida no es solo esto, tenés que poder mirar para adelante…! Bueno, te dejo porque me tengo que ir a regar las plantas.

-MAURO: Gracias Gabriel! Es un gusto hablar con vos!

Tuve varias conversaciones con Gabriel que en verdad me hicieron muy bien, tenía razón, tenía que buscar la forma de seguir con mi vida, y sería necesario un encuentro con ella, ...