Historias del complejo turístico (53) - Relatos Eróticos

Historias del complejo turístico (53)

... quien me llamó varias veces, pero no quise atenderla.

También llamé a su trabajo y me dijeron que había tomado licencia, pero no me quisieron decir por cuánto tiempo. Llamé a los amigos de los que tenía el teléfono, pero ninguna sabía nada, ni donde podía estar.

Lo llamé a todas horas durante toda la semana, hasta que el viernes a eso de las diez de la noche, me atendió, pero no era su voz.

-LORENA: Hola ¿Mauro?

-INES: Hola Lorena! Ya te habrás dado cuenta que no soy Mauro!

-LORENA: Por favor, pasame con Mauro, necesito hablar con él!

-INES: Mauro no está aquí! Desde hace varios días, dejó olvidado su teléfono antes de irse, y has llamado tantas veces, que he decidido atenderte.

-LORENA: ¿Sabés donde está?

-INES: En verdad no, aunque si lo supiera no estaría segura de decírtelo. Mañana a las diez de la mañana, te espero en el bar de diagonal setenta y cuatro y cuarenta y siete, voy a estar sentada en la mesa junto a la puerta, con una camisa blanca, mi nombre es Inés.

-LORENA: ¿Inés la directora de Mauro?

-INES: Así es! Te espero mañana!

Luego cortó la llamada, no entendía nada, ¿por qué esa mujer tenía el teléfono de Mauro? ¿Al irse de casa fue a lo de su directora? ¿Qué quería hablar ella conmigo? ¿Realmente no sabría donde está Mauro?

Esa noche casi no pude dormir, estaba tan nerviosa como ansiosa de que se hicieran las diez de la mañana.

Llegué unos minutos antes al bar, y tal como me había dicho, estaba sentada en la mesa junto a la puerta y con una camisa blanca.

Me acerqué y le pregunté:

-LORENA: Perdón, ¿sos Inés?

-INES: Hola Lorena, sentate por favor! ¿Un café?

-LORENA: Si, gracias!

Pidió los dos café, tostadas y jugo.

-INES: Perdón que te haya hecho venir, pero quería que hablemos.

-LORENA: ¿En verdad no sabés donde está Mauro?

-INES: Es verdad, se fue de mi casa antes de que yo volviera del trabajo, me lo dijo la señora que trabaja en casa, su teléfono se estaba cargando, seguramente se lo olvidó al irse, y cuando volví me encontré con esta nota.

Me mostró un papel y rápidamente reconocí la letra de Mauro, entonces entendí que quizás era verdad que no sabía dónde estaba.

-LORENA: ¿Y cómo fue que llegó a tu casa?

-INES: En realidad, él no llegó, yo lo fui a buscar, un agente de policía me llamó desde su teléfono, estaba borracho en la plaza Belgrano, y no quiso que te llamaran a vos.

-LORENA: ¿El día que se fue de casa?

-INES: Supongo! Estaba tan borracho que los policías me tuvieron que ayudar a cargarlo en mi camioneta, y fue un triunfo bajarlo en casa. Durante todo el camino, lo único que decía, era “a casa no, a casa no” pero no supe que había pasado recién hasta el día siguiente al mediodía.

Esa noche vomitó todo en casa, supongo que no habría comido nada, y tenía una botella de whisky a medio vaciar en la mano.

Mientras me decía todo eso, no podía dejar de llorar.

-LORENA: Ay por Dios!

-INES: Al día siguiente me contó lo que pasó.

-LORENA: ...