1. Crónicas de un Macho Pervertido (2)


    Fecha: 05/05/2019, Categorías: Gays Autor: Nauj69, Fuente: SexoSinTabues30

    ... hinqué en un bordillo bastante ancho en el que está empotrada la tina; de manera que el niño podía apoyarse con ambas manitos contra una de las paredes del baño y su hermoso traserito quedaba a la altura de mi lascivo rostro. Me relamí el mostacho y, abriéndole bien las nalguitas, comencé a comerle el culo a mi pequeño.
    
    El nene empezó a gemir, diciendo que sentía cosquillitas ricas; en lo que yo le besaba y chupaba el carnoso esfínter, y le clavaba mi lengua lo más adentro que podía. Después intercalé mi lengua con un dedo y el niñito gemía todavía más. Y cuando probé en meterle dos dedos de una, me sorprendí muchísimo de lo rápido y bien dilatado que estaba ese anito de 5 años; puesto que no tuve problemas y el pequeño parecía estremecerse de gusto.
    
    De ahí me incorporé y contemplé el resultado de mi labor. Maravillosamente ese agujerito infantil estaba sumamente dilatado y abierto, más que el de muchas mujeres con las que yo había probado anal antes. Entonces me coloqué bien, que mi pelvis quedó nivelada con el culo de Marquitos, y de ahí con mi mano izquierda lo hice que se separara de piernas todo lo posible, para que su hoyito virgen quedara completamente expuesto. Luego con mi mano derecha me agarré la vergota por la base y se la emboqué en la entrada de su culito, y de lleno se la empujé con fuerza, tratando de meterle de una vez todo mi gran glande.
    
    –¡¡AY!! ¡¡AGH!! ¡¡ESO DUELE, PAPI!! ¡¡AGH!!
    
    –Recuerda que le prometiste a papi ser niño bueno.
    
    Y casi de inmediato noté como el pobrecillo trataba de ya no quejarse entre dientecitos, buscando la manera de no gritar a pesar del increíble dolor que debía estar experimentando.
    
    Como fuera, el dulce nene no se quejó más; pero no pudo evitar soltar un par de grititos en lo que la cabezota de mi macizo mazo ya le atravesaba el ano y entraba toda en su cálido culito. Ese culo de niño se sentía exquisito, tan ardiente y estrecho, que empecé a menearle la verga despacito de adelante atrás, empujándosela suavecito hacia adentro cada vez más.
    
    El pobrecito de Marquitos luchaba para no gritar. Yo veía en los azulejos el reflejo de su carita arrugada de dolor, apretando los dientes, y como algunas lagrimitas ya le recorrían las mejillas coloradas; pero aun así yo no me detuve, al contrario, seguí empujándosela. No sólo se sentía delicioso ese culito infantil, apretando por dentro mi hinchada verga, sino que el hecho de estar abusando de esa niño de 5 añitos me ponía más perverso y excitado que nunca.
    
    Entonces empecé a aumentar el ritmo e intensidad de mis bombeos, sintiendo como poco a poco lograba introducirle un poco más de mi carne viril a ese pequeñito; el cual ya temblaba y sollozaba por lo bajo, casi que moqueando.
    
    –Mi amor no llores, quédate tranquilito y verás que te gustará. —Le decía entre mis jadeos y resoplidos-¡No sabes lo feliz que haces a tu papito, más de lo que lo hace tu mami…!
    
    Esas palabras hicieron que mi nene se contuviera, pues yo ya había descubierto que ...
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