Follando con un okupa negro - Relatos Eróticos

Follando con un okupa negro

... algo en recepción. Si…que pena.

Trataba de preparar el botón del ascensor rápidamente mientras el okupa me miraba embobado.

Cuando entro en el ascensor lo miro y el se agarra el paquete haciéndome un gesto obsceno.

Yo mientras bajaba a mi departamento mi corazón se iba calmando y mi pulso también, me habia calentado rápidamente con el. Uffff. Que negrazo sucio.

Hace tres días que no veía al okupa ese sucio. Si bien fue viernes y el fin de semana dentro mío el lunes deseaba cruzarme con el, antes o después del trabajo llegando a casa.

Me fui a trabajar, salí del edificio, camine hasta la parada de colectivo, me tomé el subte y camine hasta el local de ropa, todo el viaje de ida me sentí como que alguien me observaba era extraña la sensación no sabría como explicarla pero sabía que alguien me seguía. El viaje de vuelta me sentía más tranquila porque esa sensación ya no la tenía de hecho llegué al edificio y ya oscureciendo me metí dentro. Y en esa oscuridad vi a un hombre negro que esperaba el ascensor.

– No puede ser es el negro okupa, por Dios esas manos sucias desearía que se posaran en mi culo.

Yo dude si subir las escaleras pero termine esperando el ascensor junto a él.

Mientras estoy esperando con el, se sentía en el ambiente un tenso clima ninguno de los dos hablaba, ambos mirando para el frente con la cabeza mirando a la puerta del ascensor.

Una vez las puertas se abren el okupa me hace un gesto caballeroso para que pase primero y luego el quien tenia una bolsa de basura en su mano.

Quedamos de frente el del lado de la puerta y yo del lado de la pared.

Mientras subía lentamente yo no había pensado que debía bajar yo primero y que el estaba bloqueandome el paso.

Cuando estaba por el segundo piso le digo que si no me dejaba pasar y el mi

Yo: disculpe me deja bajar?

Okupa: Pasa que estoy medio difícil para salir, no le importaría si primero vamos para mi departamento.

Yo: como quiera. Poniendo cara de resignada y molesta por la situación.

Mientras íbamos subiendo lentamente, veía de reojo como el baboso no dejaba de verme las tetas y con una mano se acercaba para tocar parte de mi rodilla.

Yo me hacía la que no le prestaba atención pero la realidad es que me empezaba a calentar.

El okupa dio un paso más y se me acerco más quedando a escasos centímetros de mi. Y como era un poco más alto que tenía a simple vista parte de mis pechos paraditos.

Ya me sentía incomoda y caliente porque tenía la mano de del okupa rozando mi rodilla y tenía la mirada nada discreta de del negro mirando mi tren delantero en todo su esplendor.

Cuando por fin llega al último piso antes de bajarse se acerca a mi oido y sintiendo su aliento asqueroso me dice suavemente.

Okupa: que sexi que caminabas hoy en la calles belleza, me gusta donde trabajas, me gusta como caminas coqueta, me gusta todo de vos cachorrita. Que descanses.

Cuando salió del ascensor me quedé helada. Estaba tan tildada que me no ...