1. Seducido por el Dylan, parte 2: Mis celos


    Fecha: 21/09/2020, Categorías: Gays Masturbación Sexo Virtual Autor: spuriousvarlot, Fuente: SexoSinTabues30

    Como les conté en el relato anterior, titulado:“Seducido por el pequeño Dylan”,me llamo Esteban, tengo 36 años, soy de Uruguay y soy muy peludo con barba. Esta es la segunda parte de mis aventuras con el pequeño Dylan, un rubiecito hermoso de 11 años, adicto a la verga que se tragó hasta la última gota de leche de mis huevos.
    
    Nuestras aventuras con el peque seguían prácticamente todos los fines de semana. Él de sus andanzas anteriores con el exnovio de su madre Juan, sabía perfectamente que no tenía que decir nada si quería seguir disfrutando de la verga de un macho.
    
    La rutina era la misma siempre, llegaba el sábado a la tarde y su mamá lo traía a mi casa donde se quedaba hasta el domingo a la noche para que, supuestamente, yo le ayude con sus tareas del liceo, cosa que no sucedía, yo solo hacia sus deberes sin explicarle nada cundo tenía un tiempo y ya. Ni bien nos aseguramos de que Gabriela, la mamá de Dylan, ya se había ido, automáticamente el chiquilín saltaba hacía mí, nos abrazábamos, besábamos y nos íbamos a mi habitación a coger, a Dylan le encantaba mirar porno también y me contó que desde los ocho añitos que Juan lo hacía ver este tipo de películas y me decía que de grande quería ser un actor así, el peque era todo un degeneradito adicto a la pija, prácticamente un regalo para cualquier macho con ganas de descargar. A esto, Gabriela había conocido a un venezolano moreno de como dos metros, que se lo veía muy buen tipo aunque no había tratado mucho con él, llamado Rómulo y como ella quería pasar tiempo con el tipo a solas con él, mejor todavía para nosotros.
    
    Pasaron aproximadamente dos meses, Dylan ya se dejaba coger sin preservativo, era la gloria ese culito blanco y paradito, sin ningún vello; el poder penetrarlo con la lengua y después darle verga a pelo, no se pueden imaginar lo excitante que es llenar un recto tan estrechito de semen, y que después él hiciera fuerzas para sacar toda la leche, ensuciaba toda la cama e iba a limpiarlo con la lengua. Era un espectáculo, ninguna mujer me había hecho sentir tan hombre como este enano hermoso que le encantaba dejarse humillar sexualmente por un macho que más que lo triplicaba en edad.
    
    Pero pasaba algo, yo sentía muchísimos celos por el ex de la madre de Dylan, quien lo había estrenado al peque. Me carcomía la cabeza de solamente imaginar que ese tipo le hacía algo a mi bebé, estaba realmente celoso. Una noche estaba con Dylan en la cama, los dos desnudos, les recuerdo que siempre fui muy peludo, blanquito, fornido y peludo, y mientras el nenito estaba con su cabeza en mi pecho y mi mano en su colita, le pregunté:
    
    -Dy, ¿cómo empezaron a coger vos y Juan?
    
    -Ayy, papi. ¿Para qué querés saber eso? Me respondió
    
    -Porque quiero conocer más de mi putita hermosa.
    
    A Dylan le encantaba que lo traten en femenino y que le recuerde lo zorra que es.
    
    -Bueno, papi. Todo empezó con unos retos que habíamos visto en YouTube sobre tocarse el cuerpo y adivinar cuál parte era, ...
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