1. Amos y putitas, parte 3.


    Fecha: 03/05/2019, Categorías: Dominación / BDSM Fantasías Eróticas Sexo en Grupo Autor: phillipprince, Fuente: SexoSinTabues30

    ... completamente desnudos. Como les dije antes, Mateo tenía buen cuerpo, era algo delgado pero fibroso y con un pene mediano. Su amigo Lucas era moreno, tenía varias cicatrices, luego me enteré que pertenecía a la banda de mi tío, y con una verga de 18cm por 12 de grueso, bastante cabezona y venuda.
    
    –tú también me vas a coger? Pregunté alarmado al ver semejante fierro colgante.
    
    –no, no me gustan las putas cerradas y vírgenes, chillan como puercas cuando las están cogiendo, prefiero las perras ya bien entrenadas para darles como a rata, dijo dándole a chupar uno de sus dedos a mi amigo Felipito, quien mirándolo con deseo sacó la lengua y se la pasó por el dedo.
    
    –me han dicho que eres bastante aguantadora, le dijo a mi amigo.
    
    –sí señor, dijo bajando los ojos al suelo. Hago lo que usted me diga y como usted quiera.
    
    –así me gustan, bien domadas. Hoy te voy a dar una verguiza que en tu puta vida vas a olvidar, me entiendes zorrita?
    
    Mi amigo asintió un poco temeroso.
    
    –ya, dejemos tanta palabrería y vamos a la acción! gritó Lucas, a lo que mi amigo y yo nos sobresaltamos.
    
    –ven, mámame la verga y demuéstrame lo que sabes hacer, le dijo a Felipito, quien de inmediato se lanzó a hacerle lo que mejor sabía hacer. Miré a mi amigo quien le chupada los muslos a su macho de turno, abría al máximo su boca para meterse la cabezota y luego seguía intentando hacer garganta profunda. No vi mucho más por que mi hombre se impacientaba y quería que yo también se la chupase. Trataba de seguir a mi amigo, pero era un completo inexperto. Mateo me iba diciendo que hacer: chupame las bolas, mové la lengua en círculos sobre la cabeza de la verga, sacátela y lamé de arriba abajo. Así continué hasta que me dolieron las mandíbulas, mientras al lado Lucas cogía la cabeza de mi amigo y trataba de follarle la boca, haciendo que Felipito tuviera arcadas muy profundas.
    
    –dale, ponte boca arriba, puta! le gritó Lucas a mi amigo. -ábrete las piernas. Así no, más. Puso la cabezota de su verga en ese culito y de una le empujó más de media verga. Mi amigo pegó un fuerte grito, que inmediatamente fue acallado por su macho de turno con la mano. Igual nadie escucharía nada, ya que la casa estaba apartada, y era muy grande. Además, Felipito nos había dicho que sus padres habían insonorizado la habitación para evitar que se escuchasen los gritos de la mamá de mi amigo cuando su esposo o alguno de sus amigos se la cogían, o cuando armaban sus orgías en la casa.
    
    Lucas cogió de la cintura a mi amigo, y se la enterró ahora si completa. Los ojos de mi amigo parecía que se iban a salir de sus órbitas, pero su macho no paraba. Por el contrario, gritaba: “¿no era que te las aguantabas como una buena puta! ¿no era que te gustaban bien grandes para sentirlas hasta el ombligo? ¡pues aguántela toda esta vergota ahora! Subió una pierna a la cama para darle más fuerte y con cada vergazo lo levantaba casi por completo. Me asusté de la manera tan salvaje en la que se cogían a mi ...