Amos y putitas, parte 3. - Relatos Eróticos

Amos y putitas, parte 3.

... Está bien, le respondí.

Al otro día estaba nervioso mientras se acercaba la hora de ir a la casa de mi amigo. Cuando llegué me abrió todo entusiasmado.

– dentro de una hora llegan los chicos. Vamos preparando tu culo mientras tanto.

– como así? Le pregunté inocentemente.

–tienes que lavarte el culo por dentro con un enema, y luego dilatártelo para que tu primera vez no sea tan dolorosa. Aunque la verga de tu hombre no sea tan grande, igual para una desvirgada creo que si no te preparas bien te puede lastimar un poco.

Nos dirigimos al cuarto de sus padres, que tenía baño privado.

–y tus padres?

– no sé, creo que ahora están de crucero en el caribe. Nunca les pregunto a donde van. Casi nunca permanece aquí. Me dejan con una niñera, pero le digo que estoy grande y me puedo cuidar solo, así que me deja casi siempre la casa solo para mi durante toda la semana.

–ven, sácate la ropa. Así lo hice y el chico fue a buscar unas cosas a una cómoda que había al lado de la cama.

– acá guarda mi mamá los enemas y todas las cosas de sexo. – tiene hasta anestesia anal, con la vergota que se carga mi papá la debe necesitar.

– es muy vergón?

– sí, los he visto culiando varias veces y mi mamá siempre llora cuando se la meten toda, sobre todo por el culo. Alguna vez me gustaría comérmela yo.

– pero es tu papá!, dije sobresaltado.

– que importa, por esa verga y ese cuerpazo que se carga mi papá yo me olvidaría de todo. Con razón mi mamá solo quiere estar a solas con él de vacaciones, para poder disfrutarlo todos los días ella sola.

–mira, me dijo alcanzándome una especie de pera de plástico. Este es un enema. Tienes que llenarlo de agua y meterlo en tu culo varias veces. Luego expulsas el agua en el baño y así sigues el procedimiento.

Hice lo que mi amigo dijo y luego de unas cinco veces el agua salió limpia, sin rastro de nada. Luego mi amigo me pidió que me pusiera en cuatro mientras me echaba un poco de anestesia y lubricante y luego me metió un plug anal. Así continuó dilatándome hasta que sonó el timbre.

–estás listo? Deben ser los chicos. Voy a abrir. Me quedé muy nervioso en la habitación y completamente desnudo.

Venía seguido de dos chicos. Mateo, el papasito del baño, y un chico moreno, un poco más alto que Mateo, como de la 1.75, rapado y con cara de matón.

–este es Lucas, me lo presentó.

–ya empezaron a culiar entre ustedes? Preguntó Lucas riéndose. No sabía que las putas se cogían entre ellas. Jajaja, y menos con los clítoris tan pequeños que tienen, dijo mirando mi pequeño penecito.

Su amigo también se rio. Felipito estaba con una risa nerviosa.

–no, lo que pasa es que estaba limpiándolo por dentro y dilatándolo, para que no le duela tanto su primera vez.

–así me gustan, dijo Mateo, las putas bien limpiecitas.

–ya dejemos de hablar tanta mierda! Gritó Lucas con su voz varonil. A lo que vinimos, a romperle el culo a estas putas baratas.

Ambos se sacaron la ropa rápidamente y quedaron ...