1. Clases de natación (parte 5)


    Fecha: 02/09/2020, Categorías: Dominación / BDSM Fetichismo Gays Autor: Anonimo, Fuente: SexoSinTabues30

    ... que me habría parecido algo repugnante si me lo hubiesen contado, lejos de desagradarme me excitó. Quise besarle, pero en su lugar dirigió mis labios hacia su glande hinchado. Me lo metí en la boca masajeándolo con los labios, posando levemente mi lengua en él y estimulándolo, salivando a conciencia para lo que pudiera venir después.
    
    No me folló la boca como esperaba que hiciera. Volvió a escupirme, esta vez con menos miramientos, y agarró sus testículos para mostrármelos e invitarme a lamerlos. Lo hice, me los metí en la boca, sintiendo sus escasos pelos, palpando con mi lengua como si quisiera averiguar cuánto esperma dispararían llegado el momento.
    
    —Métetela entera—susurró.
    
    No me negué. La cubrí de mis babas y me la metí hasta donde cupo. Me moví arriba y abajo para masturbarle con la boca, como pensaba que se practicaba el sexo oral, pero no debió de gustarle mucho, porque enseguida me guío con sus manos detrás de mi cabeza, siendo tan poco cuidadoso como la última vez. Su polla se hundía en mi boca, me producía arcadas, irrefrenable. Sus bolas rebotaban en mi labio inferior y mi barbilla.
    
    Con cada embestida me sentía más cerca del orgasmo. Había comenzado a masturbarme y, cuando no exhalaba aullidos provocados por las arcadas, lanzaba gemidos. Se percató de que estaba a punto de correrme, empujó por última vez su polla contra mi garganta y me golpeó los testículos con el empeine, derribándome dolorido.
    
    —No te he dado permiso para tocarte —dijo en voz baja, pisándome la cara.
    
    Acto continúo se puso en pie y se dirigió a las duchas, dándome la oportunidad de elegir si marcharme a casa o acompañarle y pasar al siguiente y quizás último nivel del juego. Sabía que esta vez no se contentaría con follarme la boca, y aún así, lo seguí.
    
    Lejos quedaban los días en que me avergonzaba mi desnudez, el contraste entre mi cuerpo barbilampiño y mi entrepierna peluda, el diminuto tamaño de mi miembro en comparación con el de mis compañeros. Con mi polla medio flácida y el culo al aire, camine hacia las duchas, preguntándome que me depararían esta vez.
    
    Continuará. 
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