La vida de Sara. Parte 29 - Relatos Eróticos

La vida de Sara. Parte 29

Con Mauro no tardó en empezar a salir ese feeling en el restaurante. Los roces eran constantes, le encantaba rozarse con mi culo, en un momento dado cuando nos cruzábamos en un pasillo estrecho con una bandeja o en la caja, o cuando salía del almacén a sacar alguna caja de bebida. No me equivoqué el primer día que le vi en la entrevista. Ahora había pasado mes y poco y entre que había más confianza, que laboralmente respondía y que le encantaba el tonteo. Las indirectas etc.. Los guiños, el llamarme preciosa.. Había muy buen rollo.

Ya sabía algunas cosas de él, tenía novia, había venido alguna vez al restaurante de hecho, colombiana, con mucho pecho, algo culona pero atractiva. Algo más joven que él, en torno a 25. Me la había presentado y noté que a ella no le hacía demasiada gracia que una chica de 20 como yo y bastante atractiva a mi manera, fuese la jefa de Mauro y compartiese 9 y 10 horas todos los días con él.

En un Sábado noche cuando cerrábamos, nos despedíamos todos hasta mañana, no así en mi caso, pues yo solía librar los Domingos y Lunes, aunque a veces solía pasarme por el restaurante igualmente puesto que vivía cerca de casa y no me costaba demasiado. En mi sueldo estaba eso al final, y controlar que todo fuese bien, por tanto si tenía tiempo me pasaba aunque fuese una hora en mi día libre. Yo solía ser la última en cerrar como os comenté cuando me follé a Víctor allí. Y normalmente lo hacía cuando todos subían ya cambiados del vestuario que estaba en el sótano, bajando unas escaleras.

Los vestuarios no eran muy grandes, y estaban separados por masculino y femenino. Eran alrededor de las 2 de la madrugada, habían ido saliendo todos, excepto Mauro. Tardaba. Aunque como había ducha pensé que se estaría duchando tranquilamente. Seguí con mis quehaceres de encargada, cuadrar caja, comprobar pedidos etc.. A la media hora lo escuché subir.

"Mamasita. Ya me duché. Y me voy. Siento haberte hecho esperar"

"No te preocupes si no tengo nada mejor que hacer, y así termino de hacer cosas"

"Usted trabaja mucho princesa, está todo el día acá"

"Si. La verdad es que me gano bien el sueldo de encargada. Pero estoy muy agusto y la verdad es que está bien pagado"

"Pero no tiene quien la espere en casa? Yo si echase tantas horas como usted, mi novia me habría echado a patadas"

"Pues la verdad es que nadie me espera en casa. Vivo sola"

"Uyyy que raro que una chica tan relinda no tenga pareja"

"La tuve, pero digamos que no soy mujer de un solo hombre"

"Uyyyyy que bien suena eso. Entonces eres una mujer que disfruta, como debe ser"

"Y tu cuanto tiempo llevas con Paola?" Conocía su nombre de las veces que había venido al restaurante.

"Pues unos tres años o así. Ella es más jovencita. Los dos somos de Cali, nos conocimos allí, y nos vinimos a España a trabajar. Este es mi primer trabajo como ya sabes"

"Lo se. Y se te da bien. Estoy muy contenta con tu trabajo. Y eso que me arriesgué mucho contratándote al no tener ...