1. Incesto irremediable


    Fecha: 30/04/2019, Categorías: Incesto Autor: Quique, Fuente: TodoRelatos

    ... la cama, le acaricié el cabello y lo besé en la frente.
    
    -No puedes pensar en mí de esa manera, cariño.
    
    -¿Puedo hablarte con franqueza, mamá?
    
    -Claro que puedes, hijo.
    
    -Las otras chicas no me atraen, sexualmente solo te deseo a ti.
    
    -Eres tan guapo que un día una chica se te insinuará y verás como te gustará jugar con ella.
    
    -Ya se me insinuó la oficinista del almacén.
    
    -¿Cuándo y cómo se te insinuó?
    
    -El día de mi santo me regaló una caja de condones.
    
    -Eso sí que es insinuarse. ¿Es guapa?
    
    -No se me insinuó, a Rita le gustan las mujeres.
    
    -No seas burro, a esa tal Rita .le va la carne y el pescado.
    
    -No lo había pensado, pero en cualquier caso a mí solo me gustas tú.
    
    -Estás confundido, hijo.
    
    -No, no estoy confundido, eres la mejor madre del mundo y la más bella.
    
    Mi hijo tenía un problema gordo y quise solucionárselo.
    
    -No soy buena, hijo, yo también tengo fantasías.
    
    -Lo entiendo, mamá. Llevas muchos años sin sexo, pero eso no quita para que seas buena.
    
    -No, no lo soy.
    
    -Para mí, sí lo eres.
    
    No había manera, me había idealizado. Tenía que hacer que cambiase de idea y me viese de otra manera.
    
    -Voy a permitir que hagas una cosa, solo para que veas que no soy buena.
    
    -Sea lo que sea, no dejarás de ser buena.
    
    La enagua que llevaba puesta me daba por encima de las rodillas, era de asas y transparentaba, lo que dejaba poco para la imaginación. Me puse en pie y a un metro escaso de él, le dije:
    
    -Date placer mirando para mi.
    
    Se bajó los calzoncillos y mirándome comenzó a masturbarse. Era mi hijo el que se estaba masturbnado y yo no debía sentir nada, pero viendo aquel glande apareciendo y desapareciendo bajo el pellejo, me empecé a mojar. Salvador me dijo:
    
    -Sube la enagua, mamá.
    
    -No te voy a enseñar la almeja.
    
    -Entonces enséñame una teta.
    
    -No te voy a enseñar nada.
    
    -Solo unos segundos.
    
    Me puse cachonda y me entraron ganas de desnudarme para que mi hijo gozara de la visión, pero mi pudor no me lo permitía. Le dije:
    
    -Acaba o me voy.
    
    La siguió machacando... Estaba Salvador casi acabando cuando sentí como un diminuto riachuelo de jugos salía de mi coño y caía al piso. Me puse nerviosa, pues sabía que si mi hijo miraba para el piso iba a querer algo que no le podía dar, por eso le dije:
    
    -¿Acabas de una vez?
    
    Su mano derecha se movió hacia abajo y hacia arriba a una velocidad endiablada. Vi salir un chorro de semen de su polla y no pude evitar tragar saliva... Al acabar, le dije:
    
    -Como has podido ver, por ser, no soy ni una buena madre.
    
    -Una madre que hace lo que tú has hecho es una de las mejores madres del mudo. Cómo tú hay pocas.
    
    -Me tienes idealizada, hijo.
    
    -Es que eres la mujer ideal.
    
    Dejar que se masturbara mirándome no había valido para nada. Regresé a mi habitación, cerré con llave y luego me quité la enagua, me eché boca arriba sobre la cama y empecé a masturbarme. Metiéndome mano en las tetas, llegaron a mi mente imágenes de mi marido besándome, ...
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