El profe de educación física me hizo en el salón - Relatos Eróticos

El profe de educación física me hizo en el salón

... termine la hora de clases, que en seguida él iba a ir a las canchas pero que antes iba a mandar las asistencias a dirección.

Y ahí me ven sentada en el escritorio del profe pasando la lista, la unica sin sus cosas y la que se iba a terminar yendo al último por ayudarle al profe. Entonces como decía el nombre de mis compañeros iban saliendo, el que me dijo que estaba enamorada, me dice "a ver sí te quita la calentura el maestro" y yo me hice pendeja que no oí. Ya habían salido casi todos y el profe se me sienta a un lado y me dice ahorita me ayudas a hacer el conteo del bimestre por favor para llevar el reporte a dirección y yo estaba que me derretía ahí, con un marcador grueso metido en mi ano, con los calzones de mi hermana puestos y pensando en el pene de mi profesor, nuevamente estaba toda colorada.

Ya estando solos el profesor cerró la puerta y me dijo " ve por tus cosas", contesté "todavía no acabo de contar el total de las asistencias" y me dijo ve por tus cosas y ahorita te ayudo, cuando levanto de su silla me a raza por la espalda y puedo sentir su pene erecto frotándose contra mis nalguitas y me pregunta ¿Eres niña o eres niño? Quedé helada, confundida, molesta y muy cachonda, me lo pensé tanto que no pude contestar, entonces él bajó mis shorts y mencionó al ver mis calcetas largas "eso supuse". Yo seguía toda inmóvil y con la adrenalina al millón, no me importó nada, me quede en blanco a su merced. Me sentó en el pupitre deñ frente y me quitó la sudadera deportiva. Vió que mi blusa me quedaba ajustada.

El profesor era alguien muy sereno y con esa calma suya, sin decir más palabras bajó mi short. Yo hubiera pensado una expresión de sopresa o un comentario vulgar, pero sólo contempló mi feminidad, mantuvo la actitud tranquila y humedeció sus dedos con saliva, sin quitarme la pantaleta busco mi orificio y sintió mi juguete. Por mi mente pasaban muchas cosas, yo sólo esperaba a que soltara comentarios groseros, como el amigo borracho de mi padre que le desvirgó cuando estaba borracho en mi casa. Pero no ocurrió.

Fue tan caballero que yo no podía resistirme a nada de lo que estaba haciendo, su silencio me excitaba más que cualquier cosa y yo ahora tenía el miedo de que al sacar el marcatextos que estaba en mi colita saliera sucio. Apreté fuerte y lo sacó, ni siquiera lo volteó a ver, pero estaba limpio y lo puso sobre el escritorio. Volvió a humedecer sus dedos y metió el indice en mi agujero, lo movía de un lado a otro como buscando algo. Yo estaba a reventar, mi calzoncito estaba muy mojado en todo mi sexo y estaba como loca, roja, era poco para mi precaria situación. Después intentó meter si dedo medio a la vez que no sacó el otro u sólo dijo "sí puedes", yo sabía exactamente a qué se refería y andiaba mucho tener a alguien como él dentro de mí, así que solo asentí con la cabeza.

Me dijo que fueramos a la puerta para que no bos viera nadie por las ventanas y que impidieramos que alguien intentara abrir la puerta, yo sólo ...