El profe de educación física me hizo en el salón - Relatos Eróticos

El profe de educación física me hizo en el salón

Hace un rato andaba de cachonda viendo videos en esa página conocida por todos que empieza por x, y vi uno de una sissy que fue domada vestida de colegiala por su profesor y me puse más cachonda que de costumbre, me tuve que ir a vestir y a darme dildo fuerte.

Pero también recordé de una ocasión, cuando iba a la 2daria que me pasó algo así en la vida real y se los vengo a contar:

Yo iba en el segundo grado y ya no era virgen, siempre me había gustado masturbar mi anito y vestirme en casa cuando no había nadie, pero eso se los contaré después. Aquel día yo estaba lista para ir a la escuela, me iba sola en el transporte escolar, sólo que la diferencia es que mi hermana y mi mamá habían ido al seguro social más temprano de lo que yo salía de la casa y tenía la casa sola. Bueno, también estaba mi padre, pero muy borracho como para darse cuenta de lo que pasaba frente a él.

Entonces aproveché para meterme al cuarto de mi hermana y tomar el calzoncito más bonito que pude, era un lindo calzoncito coloe rosa pálido con el encaje en un rosado más intenso, muy suave y ajustado. Esto último me hizo pensar, hoy iba a ir con el uniforme de deportes y en esos pantalones se marca todo lo que traes puesto, así que decidí ponerme el short deportivo encima para evitar que se marcara mi pantaleta de mujer que traía conmigo. Así lo hice, pero yo en ese entonces era un niño, y no me parecía correcto sentirme una chica y no lucir remotamente una. Entonces también use las calcetas del uniforme de gala de mi hermana que eran blancas y me quedaban sobre la rodilla y un gorro de estambre tejido de color gris que me hacía sentir que tenía algo más de cabello y me hacía sentir más femenina, tambien puse balsamo en mis labios simulando me ponía labial y use crema corporal de mi hermana, porque sentí que su loción era ya demasiado y me podía delatar. Pero usar su playera de deportes no era demasiado y la tomé, era muy parecida a la de varones pero ligeramente más ajustada del área abdominal.

Una vez lista, salí de casa y tomé el transporte, como sólo quienes usamos la ropita de nena debajo del disfraz de hombre sabemos, es adrenalina pura el saber lo que traes puesto y sentir su textura, cada roce de la ropa y contacto por error con alguien más es una punzada que estimula todo mi sexo. Y a esa edad entre amigos es lo más normal del mundo andarse pellizcando las tetillas y tocándose el trasero, ese día yo no sabía si excitarme o fingir molestia por los juegos con mis amigos.

Pasó el día normal y yo sólo fantaseaba con hombres, vergas y situaciones en las que alguien me descubriera y me hiciera suya. Así pasaron horas y mis compañeros de clase me veían distraída, y caliente, literalmente pensaba en sexo y me chapeaba todita. Así que decidí pedir permiso para ir a la enfermería de la escuela y poder salir a tomar algo de aire y seguir fantaseando con encuentros sexuales, no fui a la enfermería, solo me pasee por la escuela viendo e imaginando cosas.

En aquella ...