Las refugiadas 3 - Melanie y Olha - Relatos Eróticos

Las refugiadas 3 - Melanie y Olha

... que cagase. Tras ello, lo dejó apartado y le insertó un plug hinchable con un catéter. Por este le administraría el enema de ocho litros inicial. La ató de muñecas y tobillos a la jaula para que no pudiera moverse e hinchó un poco el plug para que no pudiera expulsarlo.

—Si me permite Ama mientras la perra se llena, que tardará veinte minutos, voy por los preservativos.

—Sí. Así una vez le quites el catéter y tenga que esperar podéis follar, si no se tira atrás, claro.

Al poco regresó Mahdi con los cuatro condones. Solo uno de ellos evitaría realmente un embarazo, porque era de goma gruesa, los otros tres eran de cuero cosido, así que dudaba que fueran a ser válidos como preservativos.

—Este lo llamo «espacio bultos» —explicó Paloma entregándole el de goma—. Como ves se compone de una serie de gomas con algo de juego para presionar y magullar la vagina o recto, más aún de lo que lo hará el tamaño de su verga que no dudo que te has fijado en ella. —Olha lo tomó y pasó la mano por encima de una de las bolas notando el efecto de presión—. El segundo es «bigotitos», creo que no tengo que explicarte el porqué del nombre. —Se lo entregó a Olha que lo tomó con la otra mano. Era una funda de cuero con finos pinchos de acero de centímetro y medio, por fuera, y, como comprobó, algo menos de medio centímetro hacia dentro, lo que quería decir que no solo se pincharía la mujer, sino también él. Ambos prestaban juego lo que la inducia a pensar que al entrar se inclinarían hacia fuera, pero luego al moverse se clavarían o quizás arrastrasen. Se lo devolvió a Paloma—. El tercero lo llamo «anzuelos». —Se lo entregó. Básicamente era el mismo que el anterior , pero en lugar de púas tenía ganchos fijos y sin juego con un ángulo de 90 grados, lo que quería decir que las puntas miraban hacia fuera. También mostraba púas, estas rectas, hacia dentro. Entraría suave, pero sería muy dañino al salir, pensó Olha y se lo devolvió—. Y el cuarto lo llamo «dientes de tiburón», puedes comprobar por qué. —Se lo entregó. Era como el anterior, pero en lugar del pincho doblado del anzuelo era una estrella de tres puntas (o las tres semibisectrices de un triángulo que van a los ángulos) afiladas y dobladas como los anzuelos. Esto seguro que destrozaría a quien lo sufriera. Olha se lo devolvió a Paloma y volvió a examinas el «bultos» al apretar las bolas también salían finas agujas hacia el interior—. ¿Te has decidido por alguno o te hechas atrás?

—Sin consultar con su hermana solo me atrevería a usar el «espacio bultos», pero creo que puede ser divertido, Aunque como no quiero que el DIU se me estropeé solo podrá entrar hasta que haga tope, lo que creo que apenas será un tercio de su longitud.

—Como desees —aceptó Lady Paloma—, para mí sí va a ser divertido. ¿Sabes que los llamamos preservativos de castigo?

—No me extraña. Sobre todo, los otros tres tienen pinta de ser peligrosos.

Mahdi acabó de llenar a Nuria. Ahora parecía que estuviese embarazada, efecto ...