1. Chica menstruante I


    Fecha: 21/07/2020, Categorías: Fetichismo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Para un hombre que está más cerca de los sesenta que de los cincuenta, que tiene tendencia a echar barriga y cuya vida social no se puede calificar de exitosa, tener sexo es como una especie de película de ciencia ficción.
    
    Yo soy uno de esos hombres. Solitario, aburrido, sin demasiado atractivo físico para las mujeres. No me gusta salir a ligar, con lo cual mi vida sexual se ha reducido a los contactos que encontraba esporádicamente en algún chat, y el último fue justo antes de la pandemia. Desde entonces, el sexo que he practicado ha sido matarme a pajas algo que, por otro lado, tampoco es tan malo.
    
    En esos chats he tenido la oportunidad de conocer a algunas mujeres con las que ocasionalmente tuve sexo. En varios años habrán sido como media docena y, aunque puede no parecer un número muy elevado, lo cierto es que lo pasé bien con ellas.
    
    No es éste el momento para hablar de aquellas experiencias, pero puedo resumirlas diciendo que con ellas pude por primera vez follar un culo y correrme dentro de él, o conseguir que una mujer se corriera literalmente a chorros en mi cara y en mi boca. Beber ese líquido que salía a presión del coño fue, sin duda, uno de los mayores placeres que he tenido.
    
    Pero volvamos al tema que me ocupa hoy. Como decía, mi vida social se limita a entrar en diferentes chats con nicks más o menos curiosos, desde alguno que parezca muy viril a otros que reflejan mi patética vida. El nick tampoco importa mucho porque puedo pasarme horas, días, semanas… entrando en esas salas sin que ninguna mujer me hable. Al principio era yo quien les abría algún privado, pero, viendo que muchas ni siquiera se dignaban contestar, dejé de hacerlo y, simplemente, mantenía abierto el chat por si alguna me quería hablar. Y eso tampoco ocurría.
    
    Pero hace cosa de un mes vi un nick que me llamó la atención porque, junto a la ciudad en la que yo vivía, aparecían otras palabras: “chicamenstruante”. El nick y lo que representa me resultaba morboso y, además, parecía que era de mi ciudad así que, pensando que no perdía nada haciéndolo, le abrí un privado.
    
    Tras los saludos de rigor, la conversación fue más o menos así:
    
    Y, después de unas cuantas palabras más, acabé por quedar con ella en el portal de mi casa para esa misma tarde. Lógicamente pensé que todo eso era una de las muchas bromas que se gastan en los chats. Lo más probable es que no apareciera nadie, o que quien apareciera fuera un tío que se iba a burlar de mí, o cualquier otra situación distinta a la que había quedado. Pero, como decía, hacía mucho que no follaba, estaba deseando poder hacerlo fuera como fuera y, aunque no tenía muchas esperanzas de poder hacerlo, la polla venció de nuevo a la razón.
    
    A la hora a la que habíamos quedado estaba yo esperando a la puerta de mi casa, nervioso como un flan y con unos sentimientos enfrentados. Por un lado, deseaba que todo eso fuera verdad, que realmente una chica de 18 años quisiera follar conmigo y que lo hiciera de una forma muy ...
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