1. Nuevo hogar. Nuevas experiencias (2): Visitas inesperadas


    Fecha: 27/04/2019, Categorías: Incesto Autor: Murod, Fuente: CuentoRelatos

    ... inclinándose de frente a mí con una mirada burlona. Sus pechos, que eran un poco más grandes que los de Anna, colgaban con gracia y delicadeza sobre la barra.
    
    —Mmm supongo que si fuimos algo ruidosos —le dije con sincero arrepentimiento.
    
    —¿Algo ruidosos? ¿Es en serio? Papá, estoy casi segura que todos nuestros vecinos escucharon a mamá decir: "Dame más fuerte" o "Sí... Así... no pares, por favor, no te detengas". O la ganadora de anoche: "Sí... por favor, párteme el culo por la mitad, soy tu putita" — Camila repitió aquellas frases haciendo la mejor imitación que pudo de su madre incluidas muecas y gemidos, mientras recorría su cuerpo con las manos y se apretaba los pechos para aparentar excitación, aunque no esté bien decirlo, creo que lo hizo a la perfección — fue muy divertido, estoy segura que no dejaron a nadie indiferente con su sinfonía de orgasmos.
    
    —No creo que sea para tanto ¿o sí? En el peor de los casos dudo mucho que se enteren que fuimos nosotros. Además si fue tan explícito y deleitable como dices, es probable que en el futuro puedan querer escucharlo de nuevo.
    
    Intenté bromear al respecto para restarle un poco de importancia a la situación, aunque estaba consciente que si podíamos llegar a tener algunos inconvenientes, sobre todo Anna ya que su empresa es la que está en contacto con la administración de este lugar para realizar los pagos correspondientes cada mes.
    
    —¡No, por favor! Por más divertido que sea escuchar sus berridos, dudo mucho que sea algo que otras familias quieran escuchar con frecuencia y los demás si queremos descansar apropiadamente —tomó su vaso con jugo de arándano y le dio un sorbo— Tal vez sólo deberías preocuparte por los que viven aquí junto y detrás. Ellos definitivamente los escucharon. Ojalá no sean problemáticos.
    
    Ese último comentario me trajo de golpe la escena de anoche. Lo que tenía frente a mí era muy similar. Si bien había evidentes diferencias, ver a Camila con poca ropa, su piel delicada bajo la luz, bebiendo el líquido rojizo de su vaso de vidrio me hizo recordar a esa mujer que vive detrás de nosotros y toda la sensualidad que proyectaba. Recordé sus impresionantes tetas, su delgado y natural cuerpo, su fina y delicada piel adornada con tatuajes igual de delicados que acentuaban su hermosa figura. La verga comenzó a darme saltitos solo de imaginarla nuevamente y ya estaba alcanzando su tamaño máximo. Vi que Camila me miraba fijamente la erección con los ojos como platos y su nerviosismo aumentó de golpe al darse cuenta que miraba su cuerpo fijamente.
    
    En 20 años está era la primera ocasión que Camila me miraba una erección como tal, frente a sus ojos, y lo peor es que seguramente imaginaria que ella me la había producido. Aunque no era del todo su imaginación. Por un instante dejé de verla como mi hija y la vi como una mujer sumamente atractiva. En otras circunstancias, habría considerado esa erección como una función normal del cuerpo, nada que esconder, pero me inquietó que ...
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