1. Eli, la madre


    Fecha: 27/04/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Juan m 8722, Fuente: CuentoRelatos

    ... oficiaban de inyectores de leche materna de color marrón oscuro. Mientras los manoseaba y acercaba mi boca con el fin de probar y degustar los jugos dulces de la maternidad.
    
    -¡Para juan!, no lo tomes a mal pero los pechos son para mi bebé (Delfina), ¡Por favor, no me los chupes! ¡No te metas con la comida de mi hija! -Me suplicó.
    
    A lo cual yo acepté sin problemas. Recostándome nuevamente en la cama y luego de ponerme un condón le pedí que se sentara arriba mío.
    
    Corriéndose la braga a un costado, con sus senos de areolas oscuros y largos pezones fuera de su sostén brincaba sobre mi miembro como una meretriz. Haciéndole marcar el ritmo y la profundidad con mis manos desde su cadera.
    
    Podía sentir como mi verga se apoderaba de ella mientras esta promiscua madre copulaba con otro hombre que no era el padre de su hija.
    
    Largos instantes cabalgó sobre mi miembro mientras la tomaba de sus senos oprimiéndolos con ambas manos haciendo que estos se escurran. Extrayendo de esta gemidos hondos de placer. Era claro que a la primeriza mamá le calentaba muchísimo que le extraigan su leche materna con la boca mientras fornicaba con otros hombres. Sus gemidos de placer no cesaban mientras sus caderas se agitaban conteniendo el largo total de mi erecto pene.
    
    No aguantaba tan terrible y placentero suplicio. Ferozmente apreté sus senos con mis dos manos. Abrí mi boca al máximo e introduje su larga ubre lactante en mi boca haciendo una succión sin fin. Logrando que está se corriera sobre mí, en un orgasmo que provenía del más profundo interior de su ser. Dejándome tragar a chorros bestiales el dulce y tibio producto materno de sus senos hasta acabar dentro de ella protegido por un condón.
    
    Para luego caer rendidos ambos sobre la cama.
    
    Instantes después fui a tomar una ducha y alistarme para un segundo acto.
    
    Este acto comenzó minutos después de un breve descanso. Dónde Elizabeth aceptó ponerse en 4 sobre la cama para que yo desde atrás la haga nuevamente mi mujer y pueda cogerla como una puta como le había prometido.
    
    Penetrándola con mi dura verga sin piedad
    
    -¿Te gusta así? ¿Cómo una cabaretera?
    
    -¡Ay sí! ¡Así! ¡Cógeme así, como una cualquiera! ¡Sí! ¡Como una prostituta en 4!
    
    Mientras fondeaba todo el largo de mi pene dentro de ella. Reiteradas veces abusé con mis manos de su cintura para darle un duro galope que hacía temblar sus nalgas mientras esta gozaba. Tomándola de su cabello largo negro y como si fuera una cualquiera darle pija sin piedad. Hasta sentir un dulce orgasmo suyo.
    
    -¿Así no te coge tu marido golfa?
    
    -¡No! ¡No, no me coge así como una prostituta en 4!
    
    Mis manos aprovecharon esa posición para tomarla de los senos y como si fueran 2 manijas de allí empezar a jalarla. En una ráfaga de movimientos pélvicos que rebotaban sobre la profundidad de su útero dándome muchísimo placer. Mientras Podía sentir como por mis manos escurría gotas de su leche materna de sus pezones abiertos a la vez que ella decía:
    
    -¡Soy tu ...