1. Lucy Parte 3


    Fecha: 28/06/2020, Categorías: Fetichismo Hetero Autor: GregGL, Fuente: SexoSinTabues30

    ... obedeció.
    
    Coloque un pedazo de tela sobre sus ojos. Ella se quejó y entonces recordé el moretón.
    
    – Te molesta?
    
    Ella negó con la cabeza, así que proseguí. Al apretar otro poco, ella volvió a quejarse, pero está vez no me detuve. Con Lucy vendada, procedí a amarrarla con ciertos nudos que aprendí cuando era un poco más joven… Cada roce de la cuerda con su piel, provocaban leves gemidos y al final, ella estaba totalmente inmovilizada.
    
    Los nudos inmovilizaron sus manos y resaltaban sus caderas,sus planos pechos y su pubis. La vista era grandiosa.
    
    – Pero falta un solo detalle…
    
    – Cuál?
    
    Lucy parecía nerviosa, pero a la vez estaba muy mojada. Yo no le respondí, solo lancé una cuerda al techo y amarre a la pequeña perrita de sus muñecas.
    
    Ella estaba sobre las puntas de los dedos de sus pies y la posición resaltaba todos sus músculos y su belleza. No podía dejar de admirarla, pero, era hora de jugar.
    
    Encendí la cámara de video y me dirigi a ella con la voz más sería que pude.
    
    – Sabes, desde que te conocí hasta hoy, te has vuelto mucho más arrogante, pequeña. No creas que al ser la favorita de mi clase, te pudo permitir todos tus excesos. Que es eso de andar te drogando, fumando y escapando de casa? También han bajado un poco tus calificaciones, aunque en las listas son las más altas. Creo que mereces un castigo, en lo que se seca la pintura…
    
    Me dirigí hacia mi escritorio, dónde había dejado varios pinceles. Ella no dijo nada, solo escuchaba atentamente.
    
    Escogí uno bastante largo, pero de punta suave y coloqué las cerdas en su oreja.
    
    Ella dio un respingo , mientras cosquilleaba su canal auditivo. Después, el pincel recorrió su mejilla, su cuello, se detuvo un rato en sus pezones, sus axilas. El solo verla retorcerse y gemir, hacia que me excitara. Al final, las cerdas se posaron en su clítoris. Ella gimió un poco más fuerte y se retorció más intensamente, aunque no dijo ni una sola palabra.
    
    Jugué con esa parte un buen rato, haciendo cosquillas en su entrepierna, por sus labios y un poco antes del ano. Lucy se retorcía y giraba sobre si misma, apretando y desenredandose repetidas veces, hasta que, un líquido dorado comenzaba a correr por sus muslos. Se había orinado.
    
    Levanté la vista y vi que ella estaba colorada como una braza, mientras su orina escurría, ella estaba muriendo de vergüenza, pero para mí no era problema, así que coloque mi boca en la fuente y bebí todo lo que pude. Ella parecía desconcertada a pesar de su silencio y cuando su vejiga se había vaciado. Procedí a darle la vuelta al pincel.
    
    – Te he tratado con la parte sueve y me pagas orinando mi preciado salón. Debo ser más rudo contigo.
    
    Pasé la parte de madera por sus costillas, estremeciendola. Después, simplemente lo coloqué sobre sus preciosas nalgas.
    
    -Quieres disculparte?
    
    Ella no respondió, así que la azote.
    
    – No?
    
    Sin respuesta, así que repetí la operación. Sus nalgas eran suaves, pero el sonido del golpe era realmente ...