Un cumpleaños inolvidable (relato Looner) - Relatos Eróticos

Un cumpleaños inolvidable (relato Looner)

... espasmos incontrolables que provocaron que su polla eyaculara abundantes chorros de cálido y espeso semen a mucha distancia y con una intensidad casi dolorosa.

A Juan se le escapó algún gemido mientras se corría, pero afortunadamente los gritos y el alboroto que produjo la reacción de la familia tras semejante explosión, impidieron que nadie escuchase nada.

Juan se derrumbó exhausto encima del WC, estaba sudando y jadeando. Sus piernas temblaban, sus manos, una de las cuales aun goteaba semen, temblaban, incluso su respiración, era entrecortada.

Sabía que aquel globo haría mucho ruido, pero incluso fue espantosamente superior a lo que el esperaba. Fue una pesadilla hecha realidad, pero a la vez, fue el orgasmo mas intenso y placentero que sintió jamás.

Nuevamente se sentía confundido, acababa de pasar por una experiencia que le dejaba sentimientos contradictorios. Una parte de el no quería volver a pasar por una experiencia semejante nunca mas, pero al mismo tiempo, por otra parte, había disfrutado hasta el éxtasis aquella experiencia.

En su mente Juan se recreaba en aquellos instantes, ver como su tío inflaba sin compasión aquel enorme globo con la intención de inflarlo hasta que explotase lo excitó mucho, ver como lo maltrataba, como hacía gemir el látex del aquel globo sobreinflado mientras seguía soplando lo hacía arder, y ver abombarse el globo hasta adquirir un tamaño imposible de creer y finalmente reventar….uf!!, es algo que ya no se borraría nunca de su mente, era una fantasía que ahora sentía que debía volver a experimentar.

Finalmente Juan se reincorporó, se lavó las manos y la cara, trató de recomponerse, tiró de la cisterna para disimular su larga estancia en el WC y salió. Al salir, rápidamente su familia le dijo que se había perdido un espectáculo increíble, aunque para sus adentros Juan sabía que no se había perdido nada, lo había visto todo. En el suelo aun permanecían muchos trozos de látex desgarrado, prácticamente el globo se había desintegrado en todas direcciones.

La noche finalmente llegó y era hora de las despedidas. Juan abrazó a sus familiares que aun quedaban, pues parte ya se habían ido antes que ellos y en ultimo lugar abrazó a su abuela. Mientras Juan se marchaba con sus padres en dirección al coche para volver a casa, su abuela lo llamó desde la lejanía, indicándole que tenía algo que darle. Juan intrigado volvió y su abuela le entregó una bolsa, cuando la abrió quedó estupefacto, en su interior estaba otra bolsa, la bolsa de los globos, resulta que aun quedaban bastantes. “Toma nietecito, hoy nos ayudaste mucho con los preparativos y con tus revoltosos primos y como no pudiste disfrutarlos, te doy todos los globos que han sobrado para que te diviertas con ellos, pero no asustes a nadie con ellos eh? .” dijo su abuela con una sonrisa picarona.

Juan mientras estaba en el coche, aun estaba sorprendido, finalmente su suerte no era tan mala después de todo. Iba camino a casa con varias docenas de ...