Un cumpleaños inolvidable (relato Looner) - Relatos Eróticos

Un cumpleaños inolvidable (relato Looner)

Era una calurosa mañana de Julio, Juan se había levantado bastante temprano esa mañana para ayudar a sus padres. Ese día, harían un largo viaje a la casa de su abuela, pues era su cumpleaños y toda la familia al completo se reuniría en una gran comida familiar para celebrarlo tal y como habían acordado semanas antes. A Juan le gustaba visitar a la familia, sobre todo a su abuela. Era su nieto más mayor y siempre tuvo una relación muy cercana con ella a pesar de que en ocasiones era un poco severa. En aquel evento Juan vería a todos sus tíos, y como no podía ser de otra manera, a todos sus primos, los cuales eran mucho mas pequeños que el.

Juan ya tenía casi 18 mientras que su primo más mayor no llegaba a 14. Eso era la parte que menos le gustaba, soportar a todos sus primos, pues eran bastante ruidosos, impertinentes y a veces exasperantes.

Pero había algo que le preocupaba, era un cumpleaños y Juan solía evitar estos eventos por una razón, los globos. Desde niño Juan sentía autentico pánico a los globos, petardos y cohetes en las fiestas, era algo que le producía una ansiedad descontrolada, le aterraban las explosiones.

Mientras meditaba en esto, también pensaba en algo que desde hace tiempo lo confundía.

Juan miraba mucho la televisión, y solía ver concursos. Sobre todo concursos en los que los participantes son sometidos a todo tipo de pruebas divertidas. A veces en estos programas, los concursantes solían llevar a cabo pruebas en las que había que reventar globos, y sin saber ni como, Juan comenzó a sentir un placer y excitación observando atentamente como los concursantes cogían aquellos globos y los retorcían y aplastaban sin piedad hasta explotar. No lo entendía. Como es posible? Se preguntaba...

En el fondo, sabía que desde niño los globos le atraían, eran esponjosos, coloridos, tenían algo especial que nada se le parecía, pero al mismo tiempo, no soportaba que otras personas jugaran con los globos cerca suyo, pues en ese caso Juan ya no veía globos, sino bombas en potencia que podrían estallar en cualquier momento y eso le angustiaba.

Aquellos concursos habían hecho mella en sus fantasías y a veces cuando se masturbaba, fantaseaba con ser alguno de aquellos concursantes que torturaban grandes globos hasta reventarlos. Juan no entendía como podía sentir cosas tan contradictorias, por un lado los globos le excitaban sexualmente pero al mismo tiempo le causaban pavor y miedo.

Tras hacer un largo viaje de 2 horas, por fin llegaron a casa de su abuela. Allí estaban prácticamente toda la familia en el jardín, el cual habían engalanado para la ocasión (pero sin globos para gran alivio de Juan) Después del reencuentro con la familia y numerosos besos y abrazos Juan se percató de que faltaba uno de sus tíos y preguntó por el a su tía Sara. Resulta que su tío Carlos, llegaría un poco más tarde, debido a unos imprevistos de ultima hora en su trabajo.

Su tío Carlos, es un hombre con un carácter muy extrovertido y alegre, ...