1. Show sexual de mi mujer en el Caribe (parte 6)


    Fecha: 25/04/2019, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Dayenorius1, Fuente: CuentoRelatos

    ... le debe haber apretado el paquete.
    
    -¿Todo bien?, les pregunté.
    
    -Muy bien, respondieron al unísono.
    
    Tomamos el helado y un café para cerrar la cena. Cuando los camareros vinieron a retirar el servicio, los invitó a las clases de baile del show, bien bañaditos. Dijeron que sí, porque era una de las materias que habían elegido para rendir libres y, además, coincidía con su horario de salida, pero les llamó la atención lo del baño.
    
    -Me gustan los chicos bañaditos y perfumados. Los esperamos en el jardín cerca del salón, así me muestran cómo bailan para que pueda aprobarlos, les dijo con picardía.
    
    Salimos los cuatro al aire nocturno por una puerta cercana, para evitar miradas indiscretas sobre nuestros bultos y fuimos hasta el jardín. Kevin la llevaba de la cintura baja resueltamente y ella le manoseaba los glúteos en el camino, mientras le susurraba al oído cada tanto. Estaba oscuro y limpiamos la humedad del roció en un banco con toallas de papel para sentarnos a esperar a los canadienses. Era para tres, así que nos hizo sentar con Kevin al medio y ella se ubicó en su regazo, de espaldas, bien ubicada sobre su miembro duro, empezando el meneo que tan bien sabía hacer.
    
    Coqui y yo le metimos mano entre las piernas hasta llegar a su conchita húmeda, separando la tanga hacia un lado y hacia el otro. Gimió mientras se volvía a chuponear con Kevin y éste le sobaba las tetas ya por debajo del escote. Cada tanto, me besaba o aprovechaba los labios carnosos de Coqui mientras yo aprovechaba la calentura de Kevin para acariciarle los pectorales e interponer mi mano entre su pija erecta y las nalgas de mi mujer, gozando de ambas cosas.
    
    Estábamos tan excitados que no notamos que habían llegado Andy y Adriano, que nos miraban con asombro y carraspearon. Lejos de sobresaltarse, Luli se acomodó algo el vestido, les tendió las manos e hizo que la levantaran de su cálido asiento, agradeciéndoles con un tremendo morreo a cada uno. Hizo que la tomaran de la cintura y se fue con ellos metiéndoles las manos en los bolsillos traseros para acariciarles las nalgas.
    
    El salón estaba apenas iluminado, a medio llenar y sonaba la música. Pudimos elegir mesa con sillones en un rincón apartado y oscuro, sentándonos tres por lado, ella entre los canadienses, después de chuponearse con Kevin y Coqui, guiñándome un ojo. Apenas ubicada entre los estudiantes comenzó a acariciarles los brazos y las piernas, mientras les susurraba lo lindos que eran y qué fuertes que estaban.
    
    Llegaron los mojitos y tras un trago, de las caricias pasó a los besos para saborear sus lenguas ávidas. Ellos me miraban asombrados. les asentí con una calentura que me explotaba porque acariciaba los duros paquetes de mis compañeros de asiento, y empezaron a meterle mano en los pechos por fuera y por dentro del escote. Lilu detuvo su morreo un instante y me sacó la lengua. Era la señal y le gruñí por encima de la música:
    
    -¡Las dos! ¡A fondo! Dale.
    
    Maniobró para abrirles las ...