1. La pequeña del arbol (2)


    Fecha: 03/06/2020, Categorías: Jóvenes Autor: texcit, Fuente: RelatosEróticos

    ... agitada cuando note que sus mejillas comenzaron a brillar, su piel comenzó a empañarse, mi mano en su pecho frotaba un hermoso sudor que parecía que tocaba un cuerpo jabonoso, su olor era hermoso, solo como una mujer puede oler…
    
    -Me gusta…-solo pudo decir, sus ojos estaban vidriosos y dilatados, sus ojos verdes parecían haber desaparecido en una profunda mirada, sus pecas tenían unas hermosas perlas de sudor, sus labios húmedos y enrojecidos.
    
    -¿Me besas?- me lo pidió de nuevo con ese todo infantil… , sentí sublime, ella había entendido el propósito de todo, mas allá de un juego, de una travesura ella sentía que hacia algo de parejas, de amantes, sentí que había ganado el cielo…
    
    Me acerqué y la bese en sus labios entreabiertos, ella movía torpemente sus labios, luchaba entre besar ansiosamente y respirar, sentí que su panochita se mojaba a un más y la entrada de su vagina se dilataba, estaba totalmente receptiva.
    
    Me aleje de su rostro y me miraba fijamente, abría más sus labios y comenzaba a respirar mas agitadamente, comenzó a gemir, sabia que estaba a punto de venirse, comencé a frotar más rápido sintiendo que su coño se mojaba cada vez más, cada vez más agitada y su gemido más agudo, era oír a la ninfa mas hermosa del cielo, una nota que nunca podre olvidar ya que gemía en mi oído, cada vez más saturado que cuando mi mano frotaba frenéticamente comencé a sentir espasmos en su vulva, sentí en mi dedo como se tensaba su vagina y espasmos en su vientre, su cuerpo comenzó a estremecerse y de pronto todo su cuerpo se convulsionaba, soltó un gemido que me hizo perderme en un viaje mientras se estremecía totalmente, se vino como la mujer mas madura que haya conocido…
    
    Cerró sus piernas y con sus muslos apretó mi mano en su vulva, cubrió mis manos con las suyas, ella me poseía a mí ahora…
    
    Eres solo para mí- me dijo…
    
    Y tu sola para mi, eres mía- le dije
    
    Se acurrucó en mi, casi de manera fetal y cerraba los ojos, sentía sus pequeños escalofríos, aún la abrazaba mientras ella se recuperaba.
    
    -¿Tu sientes así?-
    
    -Si, verdad que es lo mas grande en el mundo?-
    
    -Si, nunca había sentido así de bonito- se estremecía aún por su orgasmo
    
    -Cual es tu nombre- me pregunto…
    
    -…Javier… y el tuyo?-
    
    -Carmen…-
    
    Comenzamos a reír como niños, habíamos intimado como los más grandes amantes y no sabíamos nuestros nombres, era obvio que ella también había reparado en eso.
    
    -No quiero que te vayas- cambio a un tono más a reproche
    
    -No me iré, siempre estaremos juntos-
    
    Nos abrazamos como la gran pareja, podía sentir su corazón junto al mío-
    
    Desde ese momento jamás volvimos a separarnos, más de una manera se nos ocurría de estar juntos, algunas veces para intimar, muchas otras solo para ver un atardecer o compartir un momento junto, no nos separaba mucha edad y a la vez seguía siendo distante, por lo que podíamos disfrazar las cosas de muchas maneras, hasta que pudimos estar por fin juntos. 
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