1. La pequeña del arbol (2)


    Fecha: 03/06/2020, Categorías: Jóvenes Autor: texcit, Fuente: RelatosEróticos

    ... desafío.
    
    -Siento mas cosquillas, más desde que me sentaste en tu verga…- me lo dijo con voz baja como si fuera un secreto que no quisiera que nadie mas escuchara.
    
    -¿Ves? Tu cuerpo quiere mi verga, vamos a jugar para que sientas rico como si tuvieras una adentro.-
    
    -Si!- rio nerviosa y me abrazaba los brazos como para sentirse más segura.
    
    Tenia ella las piernas cerradas, un poco tensas, comencé a acariciarlas y sentí como su piel se ponía chinita, respiraba agitada, -voy a abrirte las piernas para jugar bien mira…- tomé sus muslos y comencé a abrírselos, de nuevo fue una pequeña lucha, me sorprendió lo rápido que cedía, su confianza y deseo podía más y no tarde en separárselas, pronto ya tenia sus piernas abiertas recargadas en las mías, era una maravilla sentir su piel tersa en mi
    
    -Vamos a ver que tenemos aquí…- le dije jugando como auscultando a ciegas, ella rió y se fijaba en lo que hacia curiosa.
    
    Suevamente acaricie su rajadita de manera muy superficial, como acariciar la espalda de una chica para ver su reacción, me sorprendió lo mojada que estaba, ella rió hacia adentro como un escalofrió, -me haces cosquillas- me dijo como un reclamo.
    
    -Vamos bien- comencé a frotar ligeramente su rajadita solo por encima –imagina que es el pito del niño mas guapo, apenas esta jugando- ella cerró los ojos y sonrió, respiraba agitada, me sorprendía que ya a esa edad pudiera excitarse, sentí un poco de celos, al pensar que se imaginaba algún chico de su escuela
    
    -¿En quien piensas?- le pregunte
    
    -En ti- sentí un rayo en mi columna, me partió sus palabras, la abracé mas fuerte y seguía frotando, con mi mano izquierda acariciaba su vientre, -siento rico en mi pancita,- me decía con los ojos cerrados, su vestido estaba tan flojo que no fue difícil subir mi mano bajo el y acariciar de nuevo sus rosados y tiernos botoncitos que eran mucho mas suaves que su piel, era casi como acariciar miel… un pequeño gemido escapo de su boca y respire su cabello, solo así podía saber que lo que estaba viviendo era real, toda ella era tan suave que sentía que estaba sumergido en una nube de algodón.
    
    Comencé a sumergir mi dedo medio en su panochita, estaba muy húmeda que no necesite ni mojarme los dedos con saliva para acariciarla, sus labios estaban tan húmedos que parecía aceite, cuando toque su clítoris estaba durito, como goma de borrar, se estremeció meneándose un poco, estaba alcanzando otro nivel.
    
    -Sientes eso?, es una perlita para que las niñas sientan rico- volteaba hacia mi, solo asentía, ya no podía decir nada, su mirada esta relajada y perdida, sus pupilas dilatadas y su labios entreabiertos para respirar, su respiración era caliente, respiraba hondo, podía sentirlo con mi mano en su pecho, su cuerpo estaba caliente.
    
    Su coñito estaba bien mojado, podía frotar sin problema, de su rajadita escurría su agüita que me caía en los huevos, esto me prendía, hacia que cada vez quisiera metérsela por el culo.
    
    Estaba absorto en sus ojos y su boca ...