Y al final compré aquello que estaba de moda. - Relatos Eróticos

Y al final compré aquello que estaba de moda.

... mi, y para insultarme tan directamente. Se notaba que era un niñato que no sabia tratar a las mujeres.

Mordiendome la lengua y encolerizada iba a levantarme para salir del restaurante cuando llego la comida. Lo cierto es que todos los platos tenian una pinta excelente y olian muy bien y yo tenia mucha hambre tras una hora de espera. Asi que aguante la humillacion y empece a comer, al menos se gastaria el dinero de la cena sin obtener nada a cambio.

Para mi sorpresa los platos elegidos sabian tan bien como el aspecto que tenian y las raciones eran abundantes, para nada se podia decir que era un restaurante minimalista.

No habia pedido postre porque estaba gorda segun el pero los platos venian llenos hasta los bordes, a su lista de defectos se añadia tambien la incoherencia.

Comi con apetito mientras el tal Gerardo comia a su vez pequeños bocados, dejando casi toda la comida en el plato, normal que estuviera tan delgado cenando tan poco.

La realidad es que Gerardo se paso toda la cena fijandose atentamente en mi devorandome con sus ojos, cosa que no hacia con la cena.

Yo me daba cuenta observando que sus ojos bajaban hacia mi escote.

"Disfruta de la vista pues es todo lo que vas a tener esta noche. Ni mis tetas ni mi cuerpo vas a probar tu."

Pensaba yo mientras seguia comiendo.

Estaba todo tan rico que me apetecia repetir algun plato. Gerardo hizo una seña y volvieron a traerme otro que comi con ganas.

Lo dicho el tal Gerardo era incoherente totalmente, eso o los postres de ese restaurante eran su punto debil cosa que dudaba ya que la comida era excelente.

Por otra parte Gerardo era bastante callado, apenas decia palabra, pareciendo que solo le importaba mi cuerpo.

Bueno, me dije a mi misma, al menos he cenado bien, pero me gustaria haber tomado algun postre si los preparan tan bien como la comida deben ser excelentes.

Como no habia sobremesa y no me atraia nada el tal Gerardo decidi dar la velada y la cita por finalizadas, pero antes tenia que ir al baño tanta comida empezaba a hacer su efecto.

-¿Donde esta el baño?.

Le pregunte a Gerardo.

-Te acompaño, ya que es un poco dificil de encontrar.

Dijo Gerardo levantandose.

Lo cierto es que no hacia falta que me acompañase, ademas de gorda acababa de llamarme estupida, si no era capaz de seguir una simple indicacion, el chico lo estaba bordando con su trato hacia mi.

Pero como habia cenado bien y no queria discutir y deseaba olvidarme ya del mal rato pasado por una cita desastrosa me calle y lo segui, pensando que debia pedir reserva en el restaurante para otra noche ante de que acabasen mis vacaciones.

-Es aqui. Entra.

Amablemente por primera vez en la noche, Gerardo me abrio la puerta del baño entrando yo en el excusado.

Para mi sorpresa Gerardo no cerro la puerta quedandose fuera esperandome, al contrario entro tambien y me empujo hacia el cubiculo del inodoro quedando los dos encerrados en el.

-¿Que estas haciendo?.

Proteste ...