1. La iniciación


    Fecha: 14/03/2019, Categorías: Intercambios Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... diosa de mi mujer, divina, toda mojada y transpirada, recontra excitada, chupándome la pija y siendo penetrada por otro tipo. Se me mezclaban los deseos, la pasión, las ganas de cagarla a trompadas, los celos, la desesperación, pero estaba tan linda, tan puta, tan feliz, que solo pude agarrarla de los pelos y empezar un vaivén en su boca. Ya no podía mas, estaba sufriendo haciendo un esfuerzo para no acabar. Lo mire a Ale y vi que tampoco podía mas, estaba serruchando a lo loco como un perrito y Vane en cuatro, se movía en todas las direcciones, se le escuchaban gemidos pero no podía hablar. Tenia toda la boca llena con mi pija. De golpe, todo se tornó eléctrico y empezamos a acabar los 3 juntos y a la vez. Ahh, que placer, que de leche que le acabé en la boca!!. Alejandro cayó encima de Vane exhausto. Y Vane después de tragar un poco, chorreando leche por su boca, empezó a gritar de placer. Estaba empapada, temblando, se incorporó y me empezó a abrazar y agarrar muy fuerte, me decía que era un hijo de puta, que nunca había gozado tanto en su vida. Había acabado como 5 veces, le dolía y ardía todo.
    
    Alejandro se paró y se fue a sentar al sillón, nos miraba en silencio. Nos quedamos acostados abrazados besándonos todo el tiempo. Vane me pidió que se le metiera así como estaba. La pija recién se me estaba empezando a bajar, pero de todas formas accedí al pedido. Me dio vuelta y se empezó a mover arriba mío. Me pidió que la dejara a ella hacer todo. A todo esto Ale se paró y se fue del cuarto. Mi mujer se empezó a poner como loca, me decía al oído que me amaba, que nunca había sentido todo esto y que quería sentir mi leche dentro de ella. Se sentó arriba mío y me empezó a estirar la pija como con un malacate. Que excitante que era ver el reflejo de sus pelos rubios en el contorno de su cabeza con la luz de fondo. Se movía como una yegua hacia arriba y hacia abajo. Me puso una teta en la boca y me la sacaba de a poco. Se la mordía despacito y Vane tironeaba hacia afuera dando grititos. Me apoyó todo su pelo en mi cara y me empezó a morder el cuello y a acariciar todo el cuerpo. Sin parar de mover su concha, me empezó a raspar su pubis muy fuerte. Nuestros pendejos se raspaban, nuestros ombligos hicieron zopapa, nuestra transpiración nos empezó a pegar los cuerpos fantásticamente lubricados, nuestras bocas se encontraron en un beso largísimo lleno de saliva. La pija se me empezó a parar de vuelta. La satisfacción de Vane era ahora total y me empezó a abrazar mas fuerte. Quise darla vuelta y no me dejo. Me pidió que me quedara quietito, que ella me lo quería sacar todo. Mientras se seguía moviendo arriba mío, mi pija empezó a engordar y a ponerse mas dura. Me empecé a querer mover pero no pude, estaba trabado. Se me empezó a parar muy mal y Vane lo sintió. Empezó a subir la concha hacia afuera, como sacándola, pero en el ultimo milímetro volvía a bajar. Continuó con este movimiento endemoniado cada vez más despacio, pero más profundo. Empecé a gritar ...
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