1. Andrea 5


    Fecha: 23/04/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Andrea, Fuente: TodoRelatos

    ... punto de entregarse a su cliente, solo desentonaban las argollas.
    
    ¿Y ahora?¿Debería quedarme allí o bajar?. Recordé que mis labores eran limpiar la casa, hacer el desayuno y la cena. Mi habitación estaba perfecta, solo tuve que guardar mi ropa. Después fui la habitación de mi tía, la cama estaba sin hacer, la hice rápidamente, recogí, me sentí observada por la cámara. Después con la fregona limpie el parquet de la habitación el pasillo y las escaleras. Recogí la cocina, fregué los cacharros, cuando los estaba secando sentí la puerta. Era Belen. Queria darle u beso, pero me evito.
    
    Me contemplo de arriba abajo. Luego fue al piso superior, bajo y miro la cocina. Paso su mano por los muebles de la sala.
    
    - Queda polvo.
    
    - Lo siento -me sentía estúpida-
    
    - Ponte a cuatro patas.
    
    La mire sin comprender.
    
    - Vamos!.
    
    Obedecí. Ella saco de su bolso una correa y la engancho al collar. Tiro. Yo me moví de rodillas, ¿me estaba humillando?¿Porque?. Abrió la puerta que conducía al sótano, nunca había entrado allí. Baje como pude, encendió la luz, y ante mi vi un espectáculo increíble: una gran cruz, una especie de potro, una mesa, todo tipo de artilugios. ¿que era aquello?. No me atrevi a preguntar. Me di cuenta de que sentía miedo.
    
    - Había pensado simplemente darte unos azotes en la cruz. Pero no has hecho correctamente tus tareas, y se me exige que te aplique un correctivo mas severo.
    
    Ella me miro y vio mi miedo y también como lo contemplaba todo.
    
    - Bienvenida al cuarto de juegos. Terminaras adorándolo. De pie perra.
    
    Me levante, quito la correa.
    
    -Levanta los brazos.
    
    Lo hice, sujeto las argollas de mis muñecas a una cuerda que pendía sobre mi cabeza. Se fue a un extremo de la sala y tiro de una cuerda, mi cuerpo se separo del suelo. Me dolía. Se acerco y me hizo girar. Me quito el sujetador, rompió el tanga. Luego coloco una barra sujeta a las argollas de mis tobillos, impidiéndome cerrar las piernas.
    
    - Uhm ¿estas cómoda?
    
    - No Ama -pensé que era lo que debía decir-
    
    - No soy tu Ama. Solo te entreno, te preparo.
    
    Pensé en preguntar, pero recordé que no debía hacerlo.
    
    - Es tu primera vez. ¿látigo fusta o vara?.
    
    Dios mio, aquello era real.
    
    - Bien, como no dices nada, eligire yo.
    
    Tomo un látigo de una mesa, se acerco, vi como sonreía. ¿Porque queria hacerme daño?
    
    - Puedes gritar cuanto quieras, el sótano esta insonorizado.
    
    Sentí el primer golpe antes de que llegara, fue como si abrieran a fuego las carnes de mi espalda. 
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