Andrea 5 - Relatos Eróticos

Andrea 5

Me desperté. Belen dormía desnuda a mi lado. Estaba empapada de sudor, pero también me sentía feliz. Su coño permitía que apreciara sus anillos, me di cuenta de que los deseaba para mi, pero también habita entendido que se usaban como una especie de “marca”, te identificaban como propiedad de alguien, y yo deseaba ser de mi tía, pero ¿aceptaría el momento en que ella, como me insinuó, me entregara a quien era su dueño o dueña?. Con solo diecinueve años, y aunque había vivido el sexo con total libertad, todo aquello era nuevo para mi, y me hacia parecer una jovencita reprimida, sin embargo, mi deseo, mi determinación de complacerla era total, nadie me había conseguido hacer sentir tan especial, tan amada, tan deseada, ni jamas había experimentado el sexo de una forma tan intensa.

Me levante y fui a la ventana. Llovía. Sin embargo el calor era intenso. Desnuda, contemple la calle desde el ventanal, un camión de recogida de la basura pasaba en ese momento, se detuvo para retirar los contenedores, pensaba apartarme de la ventana cuando sentí unas manos en mis hombros.

- Miralos.

Mire como hacían su trabajo. Por un momento pensé si podrían verme.

- No pueden verte, no te preocupes, solo te verían con la luz encendida.

Me rodeo la cintura, acaricio mis pechos...¿como era posible que ya estuviera excitada otra vez?. Iba a girarme para besarla, pero me detuvo

- Quieta. ¿Si te vieran te importaría?

- No lo se.

- Si yo lo quisiera.

- Si -no dude-

Su mano acaricio mi culo. Me dio una palmada, fuerte. Suspire. Otra..

- Te gusta.

- No se.

Otra...otra… me moví

- No te muevas.

Me quede quieta mientras palmeaba con fuerza mi trasero. Empezó a dolerme, pero ella no paro.

- Por favor, suplique.

Se detuvo.

- Ven.

Me condujo a la cama, se abrió de piernas.

- Come.

Me incline con mi culo aun dolorido, y comencé a realizarle una larga comida, sus fluidos caían descontrolados,azotarme el culo la había excitado. Sus gemidos mientras me llamaba zorra me excitaban. Quería tocarme, que me tocara, pero ella no hacia nada, solo me daba su coño, y yo se lo comía procurando hacerla gozar al máximo. Sus orgasmos llegaron, potentes, sus flujos empaparon mis labios. Me acurruque a su lado, pero ella no mostro interés en tocarme.

- Duérmete.

Me quede frustrada, tenia muchas ganas, pero no proteste. Me acurruque a su lado, abrazándola. Y me dormí.

Al dia siguiente me desperté y estaba sola en la cama, mire el reloj sobre la mesilla, eran ya las nueve de la mañana !adiós a las dos primeras horas de clase!. Pensaba en tomar mi ropa y entonces caí en la cuenta de que no era mi habitación. Sonrei. Era su amante. Me había entregado a ella. Era suya. Era feliz.

Sonriendo y desnuda fui a mi cuarto, que esperaba no lo fuera por mucho mas tiempo, tome una ducha, me puse un pantalón vaquero con una blusa fucsia, solté mi melena, la cepille y arregle, y baje a la cocina.

Belén había servido el desayuno.

- Es ...