1. Las refugiadas - La venta 6


    Fecha: 20/04/2019, Categorías: Hetero Autor: JBWriter, Fuente: TodoRelatos

    ... dejó caer su mandíbula.
    
    —Solo contéstame si la respuesta es afirmativa —dijo Jadwiga—, ¿eres mayor de edad?
    
    Él se limitó a asentir con la cabeza incapaz de hablar.
    
    —Entonces entra. —Lo agarró, estiró de él y cerró la puerta—. Ahora desnúdate. Llevas demasiada ropa.
    
    El joven camarero se desnudó rápidamente pensando «Voy a dejar de ser virgen. Y con semejante monumento», por lo que cuando dejó caer la última prenda al suelo ya mostraba una importante erección que llevaba su verga a mostrar sus máximos veintiocho centímetros y casi cuatro de diámetro. Apenas pudo aguantar que Jadwiga se lo introdujera en la boca para descargar un primer orgasmo. Su cara se tornó más roja que su pelo.
    
    —¡Que poco aguantas! —protestó Jadwiga luego de tragárselo todo ante la cara alucinada del camarero—. Espero que no pretendas irte ahora. Tú habrás acabado, pero yo no.
    
    —Lo que quiera señora —respondió el camarero poniéndose aún más rojo—. Yo… yo… no tengo mucha práctica.
    
    —Pues eso lo vamos a arreglar. Pero no me llames señora que me hace sentir vieja. Llámame puta o zorra.
    
    —Foxy… ¿can be? —Recordemos que hablaban en inglés.
    
    —Zorrita. —Rio Jadwiga—. Sí eso está bien.
    
    Puso nuevos ímpetus en magrearlo y chuparle el glande para conseguir que nuevamente se le pusiera dura, lo que al ser joven consiguió enseguida. En cuanto lo consiguió lo tumbó sobre la cama y se situó encima de él penetrándose a fondo e iniciando una frenética cabalgada. Solo bajó el ritmo cuando le llegó el primer orgasmo, pero entrenada como estaba no paró del todo. Al poco de reanudar el movimiento frenético era él quien se corría. Ella aumentó el ritmo al notar que cedía la erección y consiguió recuperar esta e incluso diez minutos después, completamente sudados ambos, sincronizar sus terceros orgasmos. Se bajó de él quedándose un rato tumbados en la cama. Cuando recuperó la respiración se levantó para ir al baño.
    
    —Voy a darme una ducha ¿me enjabonas?
    
    Jadwiga se entretuvo con el camarero hasta media tarde. A petición de él se realizaron unos cuantos selfies desnudos en la cama. También grabaron un vídeo mientras follaban todo lo cual se lo envió el camarero a ella por WhatsApp. Ella había conseguido más de media docena de orgasmos, pero él no se quedó atrás, yéndose completamente exprimido. Cuando se fue le entregó tres billetes de cincuenta.
    
    —No necesito propina… con lo que hemos hecho… las fotos y los videos… además de los que hacemos en ellas… es mejor que cualquier propina. Soy yo quien te tiene que dar las gracias.
    
    —Como quieras —replicó ella—. Pero al menos uno de los billetes es para tu compañera, por haberte enviado en su lugar.
    
    —¿Y el resto?
    
    —Haz lo que quieras, si quieres también se los puedes dar.
    
    —¿Volverás?
    
    Ella se encogió de hombros.
    
    —No depende de mí.
    
    Dos horas después, completamente desnuda, como Pedro le había ordenado, abrió la puerta de la suite a la llegada de Jerry. Este venía acompañado de Billy Medina y los dos choferes ...