1. Mi compañera la milf


    Fecha: 20/04/2019, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Kent Brito, Fuente: CuentoRelatos

    ... pronto comienzo a sentir una lengua por mis nalgas primero y luego comienza a jugar con mi culito, era Feña, yo como dije en un principio estaba entregado, que cosa más rica señores.
    
    Me imagino que eso se percibió porque mi amiga, que estaba como loca disfrutando me dijo -No vayas a acabar, lo quiero en mi boca- yo con esa frase quería acabar pronto, me saqué el condón y ella me mira y me pregunta -¿Te la puede chupar mi amigo?- yo solo respondí con una sonrisa, Feña era un mamador experto, era como si me estuviera besando la polla mientras tanto Loreto me chupaba los huevos. Yo no quería que la noche terminara sin antes disfrutar de una buena chupada de culo, entonces me puse en cuatro en el suelo a lo que ellos comprendieron de inmediato, Loreto se puso debajo chupandome la verga y Feña comenzó con su lengua a chupar mi ano, realmente sabía lo que estaba haciendo, con su lengua comenzó a jugar como que entraba por mi culo a lo que yo respondí moviendo mi culito, él me pegó una nalgada y Loreto no dejaba de chuparme la polla, de pronto comenzó a jugar con uno de sus dedos, lamiendo con su lengua y frotando mi ano con su dedo.
    
    Ahí no aguante más, era exquisito ese doble sexo oral, nunca me habían mamado la verga y al mismo tiempo chupado el culito, acabé muy fuerte le dejé la cara llena de semen, pero mi nuevo amigo no se hizo problemas en limpiarla con su lengua -Ahora me toca a mí- dijo ella y mientras yo disfrutaba del rico orgasmo que había tenido, ella se puso encima mio y comenzó a masturbarse rápidamente dejándome todo lleno de sus líquidos vaginales -Ahora solo falto yo- dijo mi nuevo amigo, y sin dudarlo, después de todo lo que habíamos pasado se la comencé a mamar, Loreto luego de reponerse de su orgasmo se unió a mi con una sonrisa en la cara y me dijo -¿Me la prestas?- comenzamos a darle una mamada entre los dos, hasta que veo que comienza a masturbarse hasta eyacular en los pechos de loreto, una buena eyaculada con harto semen, la Lore comenzó a esparcirlo por sus grandes senos, mientras se metía la verga en la boca para dejarla limpia y flácida.
    
    Que noche fue esa... 
«123»