1. Bráko y el halcón albíno…


    Fecha: 17/04/2020, Categorías: Zoofilia Autor: Arturor2d2, Fuente: SexoSinTabues30

    Fuí al mercado a traér lo que mi madre quería, al pasár por la carnicería, Don Pépe golpeába a un perro no muy gránde, me púse éntre éste y Don Pépe, y le díje que yá no lo hiciéra, Él muy molésto me díjo que éra suyo y si quería lo matába.. Lo reté a gólpes, me miró con coráje y se burló por lo pequéño que éra en ése instánte, tenía 13 años.. Sólo me díjo,»llévatelo mejór, yá no lo quiéro aquí..» Y con gústo lo llevé a casa, me seguía aún que no lo sujeté, supóngo que entendió lo que híce por él, mi madre al vérlo, dijo: «Artúro, qué haré contígo».. Pero al finál me déja tenérlos, me preguntó qué nómbre le pondría, » No lo sé, miéntras será Perro»… Pasáron los días, siémpre íba a mi ládo, su particularidád éra saltár álto, decían qué tenía compléjo de áve, de ahí nació el «Halcón» … Y como su pelo éra rúbio cláro, éra Halcón albíno.. Tres años pasáron, Halcón éra muy consentído en casa, tenía álma caséra, no sabía que éra una peléa, ní ladrár a la génte en la calle, o de correteár bícis, pero su instínto protectór éra lo que lo hacía fiéro. •Una ocasión mis tios paternos nos visitában, mi prima Éva me invitába a jugár, es póco más gránde por 3 años, su instínto de mujer estába en ésa línea de fuégo, dónde su sexualidád íba explorándo matíces, de hécho mis 2 hermanos mayores veían la ocasión para tenér sexo con ella por su cuérpo…
    
    Éva me pidió conocér mi cuárto estába en la azotéa, nádie súbe por lo regulár, su plática éra de lo más cachónda, me tenía muy caliénte, preguntó si tenía nóvia le díje que Sí, quería sabér si le agarrába las tetas, con timidéz díje que No.. se quitó la blúsa y el brá, y díjo que las tocára, las tomé con ámbas manos y llegó mi llamádo de la naturaléza, mí verga creció y se púso dúra, se subió a la cama y se quitó toda la rópa, me jaló y prónto safó la mía, me miró y díjo; «Artur, estás cargadíto primo», y me enseñó a cogér, solté por priméra véz un lecházo, y me gustó, no bajó mi erección, y me pasé tirándo mi leche en ella, le díje que me había gustádo hacérlo y óbvio que ella estába más conténta… Todo ésto lo vió el Halcón, tenía colgáda su léngua, y su pito de fuera, le comenté a Éva que no lo había vísto así, ella se tendió mirándolo y díjo que estába tán jarióso, quería sabér sí mordía, le díje que no, que éra tranquílo, bajó y se acercó a él, se hincó frénte a él, y se púso a hacérle una masturbación, le pregunté porqué, decía que éra para que no se enfermára, ellos también necesítan cogér sinó muéren… Soltó su leche, ella se apuró y la untó déntro de su vagína y en el hocíco de él, se relamió todo lo untádo, y comenzó a lamér su vagina, ella abría sus lábios vagináles, y la mirába, entónces se arrimó a sujetár su pito.. con las nalgas puéstas en la cara de él, y lo masturbába miéntras dába lengüetázos sumiéndola en su panochita…. Su pito del Halcón creció bastánte, lanzó su leche muy lejos… Luégo lo dejó descansár y comenzó a vestírse, bajámos y se lavó las manos, mis hermanos mirában un tánto moléstos, álgo ...
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