1. PAPÁ P3DOFILO, HIJAS LUJURIOSAS ll Autor Nandincesto45


    Fecha: 19/04/2019, Categorías: Hetero Incesto Autor: nandincesto45, Fuente: SexoSinTabues30

    ... mi hija tenía razón, su verga aunque no tan exagerada si era grande como decía Lucely, unos 24 centímetros curvo hacía arriba.
    
    _ Metamelo ya, le dijo mi hija queriendo salir del compromiso rápido. Él la acomodó en el brazo del sofá con las piernas colgando, puso su vergón en la rajita con intención de penetrarla de una.
    
    _ Noooo, yo le dije que pasito, su pene no me cabe, grito asustada.
    
    _ Tranquila mamita linda, si no quiere no la voy a obligar, pero acuérdese del trato que hicimos por la nintendo.
    
    Lucely me miró como preguntando ¿ Que hago papá ? Con la cabeza le respondí que si.
    
    El primer intento fué vano, porque cuando empujó la niña por instinto cerró las piernas, al segundo empujón se le resbaló hacía el estómago, al tercero tampoco pudo. Los rosados pliegues del estrecho orificio querían resistir todas las tentativas de penetración en la infantil gruta.
    
    Yo a la expectativa estaba a punto de correrme viendo la desigual lucha, me percaté que Danna también miraba absorta la violación de su hermana con mi pene saliendo entre sus muslos, lo cogió como una palanca de cambios y lo apretó contra su rajita, yo masajeando sus teticas con las dos manos.
    
    El momento que supe que Bernabé iba a lograr la violación fue cuando Lucely cogió el machín con su manita y arrugando el prepucio hacía atrás encajo el glande en su rajita mojada por los grumos de mi semen.
    
    El viejo empujó una vez y metió la punta,la niña abrió sus grandes ojos asombrada, pero noté placer cuándo se sintió ensartada, en el siguiente empujón entro hasta su himen roto por mí un día antes. Con sus manitos se agarró como pudo del sofá, Bernabé observando su carita iba profundizando según sus gestos, suave si le notaba dolor, fuerte si placer, mi hija con los labios apretados pujaba al recibir cada envión.
    
    Menos mal Bernabé no era un hombre impulsivo ni desaforado y se impuso un límite en la penetración, consiente de su dote le metía solo unos 18 centímetros hasta donde comenzaba la curvatura mezclando el goce y el dolor de mi hija en un remolino de pasión.
    
    Por la punta de mi pene brotó precum viendo ese machín abriendo su carne al entrar y al salir arrastrar la telita de sus pliegues vaginales adherida a sus venas hinchadas, imaginé su gruta completamente llena y el hueco que le iba a quedar cuando se lo sacará del todo.
    
    Entonces la lujuria me cegó, tenía a Danna pati abierta sobre mi pelvis, le hice agachar el cuerpo sobre mis rodillas, la visión de la ranura entre nalgas me impacto, coloque mi pene en la hendidura escondida al pie de su monte de venus y con la ayuda de mis manos en sus nalguitas la bajé, sentí que entró traspasando su delicada rosa infantil, los latidos de su corazón eran correspondidos por los espasmos de mi ariete. Escuchando un orgasmo de Lucely seguí follando a Danna, arriba abajo, mete y saca, disfrutando de las mieles del incesto se lo hundí todo quedando mi pene prisionero de su cálida y estrecha gruta dando la sensación de que me ...
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