1. LEYENDO EL DIARIO DE PIRUCHA.(IV)


    Fecha: 14/04/2020, Categorías: Bisexuales Fetichismo Gays Autor: Ruizy, Fuente: SexoSinTabues30

    Estimados lectores, como sabéis, el diario de Pirucha se ha desclasificado por expreso deseo de su autor y así iremos publicando nuestros hallazgos para solaz y cachondez de vosotros.
    
    Hemos hallado unas páginas iniciales que dan fe de sus relatos posteriores. Como siempre ficción y realidad se entrelazan y se confunden. Lo importante de lo erótico es lindar con lo pornográfico entre surrealismo y ultrarrealismo. El objetivo es seducir, estremecer al nivel más alto de lo caliente… Si se logra, hacedlo saber.
    
    Recuperando tiempo perdido…
    
    Experimentar los goces de la carne no pueden circunscribirse a la heterosexualidad. Si no, no habría tantos seres humanos que practican la homosexualidad desde antaño. De ahí que, como lo aconseja el apóstol, hay que probar todas las cosas…
    
    Los deseos de coger o ser cogido con varones, han estado siempre en mí, pero los reprimía y no les dejaba ingresar a mi conciencia. Hasta que de pronto, tuve una conversación con un gay en un canal de chat. Había empezado a visitarlos para advertir los códigos que manejan los homosexuales.
    
    Me di cuenta de que en los canales hetero no eran bienvenidos y la homofobia se hacía presente en todos los tonos. Después opté por hacerme pasar por gay y rebatir todos sus insultos como si me dijeran los mejores requiebros. Eso ponía de inmediato una reacción en cadena que separaba a los que defendía la opción gay de los homofóbicos.
    
    La verdad es que estos últimos se presentaban a sí mismos como intolerantes, fascistas y ardían de rabia de sólo pensar que los seres de distinta opción sexual existimos. Y lo digo así contándome entre ellos, porque descubrí el verdadero matiz de mi sexualidad: soy bisexual. Es decir, me atrae lo mismo una hembra cachonda que un macho cabrío. Eso sí que las mezcla híbridas me dejan frío no así los travesti que combinan el cuerpo de mujer con tetas y todo y un órgano genital masculino, del tamaño que sea.
    
    Ñoca. Este nombre creo que me recuerda los primeros escarceos eróticos de cuando era muy pequeño. Debe haber sido cuando tenía tres o cuatro años. Ella era un poco mayor que yo, y se venía a casa a jugar conmigo. Me enseñó un extraño juego que consistía en introducirnos una corneta metálica en el culo.
    
    Claro que nunca conseguimos penetrarnos. Sólo la punta de la boquilla presionaba el anillo del ano. Una vez me lo hacía ella y otra vez se lo hacía yo. Nunca nos sorprendieron. Y eso debe haber sido lo que me hizo asociarlo con las cosas ricas que se hacen a escondidas. El juego no tenía nada de extraño, porque mamá siempre atacaba el estreñimiento introduciéndome supositorios o poniéndome calitas y lavados intestinales ya cuando era más grande. De ahí arranca la génesis de mi erotismo anal.
    
    El cura. Se llamaba Sernino y era un cura belga que hacía furor entre las cachondas hembras del pueblo. Y si hubiera sido de otra manera, varias habrían sentido su peso y su verga… Sin embargo, su pedofilia lo hacía inclinarse por los acólitos que le ...
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