1. LA OCIOCIDAD Y LA ZOOFILIA


    Fecha: 14/04/2020, Categorías: Zoofilia Autor: mapmaker, Fuente: RelatosEróticos

    LA OCIOCIDAD Y LA ZOOFILIA…….por..Mapmaker-Erotikat
    
    La ociosidad es la madre de muchos vicios sobre todo si uno es un ser que siente curiosidad por experimentar sensaciones eróticas.
    
    Me excitaba ver a los perros copulando, veía como el perro giraba alrededor de la perra en celo y esta al aceptarlo levantaba el rabo dejando expuesta su sexo; era como una invitación a ser penetrada.
    
    Luego se encaramaba en sus ancas aprisionándole las caderas con sus patas iniciando un tanteo con la punta del pene, buscando el orificio que se mostraba brotado e hinchado. El pene mostraba la punta fuera de la funda de piel peluda y el can se meneaba hacia delante y hacia atrás, la perra en celo estaba atenta, firme sobre sus cuatro patas esperando la copulación.
    
    Una vez localizada la entrada, el perro iniciaba una frenética embestida dejándole ir todo el falo dentro del sexo de la perra, al conseguir la penetración total, sus movimientos disminuían, luego se desmontaba pero quedaba enganchado de la perra por un período de diez a veinte minutos luego que salía su falo rojizo aún erecto mostrando en la base una grosor considerable, salía chorreando semen y el animal procedía a lamérselo hasta que recobraba su tamaño normal desapareciendo dentro de su funda.
    
    Contaba en ese entonces dieciséis años y tenía una mascota llamada Capitán, una mezcla de labrador con perro callejero, pelo negro, corto y buen tamaño.
    
    Era hijo único y mis padres trabajaban por consiguiente me quedaba largas horas en compañía de Capitán.
    
    En una de esas situaciones, empecé a palparle el falo y sentí como empezó a crecer asomando la punta fuera de la funda de piel, Capitán flexionó su trasero al tiempo que buscaba su satisfacción, comencé a masajearle el miembro sacándoselo por completo; Capitán inició un meneo buscando donde apoyarse mientras yo lo pajeaba, sentí en mi mano los estertores de su falo al empezar a expulsar semen y vi con asombro como se formaba una hinchazón en la base del pene pegado a sus testículos, esta era de forma irregular como de un diámetro de dos pulgadas dura y musculosa.
    
    El pene se cimbreaba al tiempo que el semen continuaba saliendo; este no era espeso como el mío pero tenía la misma calidad pegajosa, el can continuó manando líquido seminal, mojando el piso y dejando un olor acre en el ambiente; poco a poco fue disminuyendo de tamaño hasta desaparecer dentro de su funda.
    
    Capitán estaba satisfecho porque era la primera vez que tenía desahogo sexual ya que era un pero de casa y nunca había salido de ella a no ser que lo paseáramos atado a una correa.
    
    La idea de sentir lo que sentía una perra el copular me empezó a rondar la mente.
    
    Planifiqué todo, alfombra, puertas cerradas, cortinas corridas yo y capitán. Me desnudé y me puse a jugar con él sobre la alfombra, me ponía en cuatro patas al tiempo que Capitán saltaba alegre a mi alrededor.
    
    En una de esas, me olisqueo el ano dándome unos lametazos que me erizaron la piel; como si intuyera ...
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