Una aventura increíble 4 y fin - Relatos Eróticos

Una aventura increíble 4 y fin

... dice que da igual que hay confianza, mientras coje mi mano para levantarme haciendo caso omiso de las objeciones de Teresa.

Es un piso bastante grande por lo que veo, tiene una cocina americana, de esas que tienen una isla, un salón bastante grande y tres dormitorios dobles, el primero está vacío es el de la que no está, se ha ido a comprar al super la cena, el segundo es de mi perrita, que está patas arriba, se nota que es una desordenada, de las que le gustan tirar la ropa por todos lados y el tercer dormitorio, el de Teresa, que intenta impedir, sin conseguirlo, que mi sumisa abra la puerta. Casi se nos cae la cerveza al suelo, en la cama hay un tío, el del bar, con un antifaz que le impide ver, a cuatro patas, con las muñecas y las rodillas atadas al cabecero y los huevos atados a los pies de la cama lo cual impedía que se moviera y en el culo rojo se veían las marcas de una fusta. Después nos fijamos que había una cámara grabando, una fusta y un arnés con un pollón encima de la cama. ¡No era por no haber venido que estaba enfadada, era porque la habíamos interrumpido!

Sin hacer ruido, esquivando a Teresa, entro en la habitación, cogiendo la fusta y le doy 4 fuertes y rápidos fustazos. ¡¡AAAGGGGHHHHHH!! Ya no mas Ama, se lo suplico, ya le había dicho que sí, no hace falta que siga, por favor… Enseguida salen a relucir mis marcas, que son las más granades de todas. Le tiro la fusta y salgo, sin hacer ruido, yéndome al salón, pensando para mis adentros que le ha salido caro beberse nuestros cubatas de la noche anterior.

Oigo detrás mía que cierran la puerta y me siguen al salón me siento en el sofá. Cuando las 2 llegan a mi lado, Teresa me va a decir de todo, pero la interrumpo antes de que empiece. Un momento, perra quítate la camisa, da una vuelta delante de esta señorita y vuelve a ponerte en la misma posición en la que esperabas el ascensor. Las 2 se quedan de piedra, pero mi sumisa se quita la camisa da una vuelta delante de su amiga y vuelve a ponerse con el culo en pompa. Tenga le doy mi cinturón, antes he castigado a su sumiso por beberse nuestras bebidas sin nuestro consentimiento, ahora le toca a usted castigar a la mía por haberla interrumpido de su diversión.

Teresa, ahora viendo por donde va el juego, coge el cinturón y le da 4 correazos lo mas fuerte que puede, haciendo gritar a su amiga, seguro que el perro de la habitación lo ha escuchado claramente. Ahora estamos en paz me dice riendo.

Le ordeno a mi perra que nos traiga dos cervezas más mientras sentamos los 2 en el sofá, a continuación, le ordeno que se ponga delante de nosotros de rodillas con las piernas separadas mientras le subo la intensidad del juguete. Casi enseguida empezamos a escuchar sus gemidos.

La pobre lleva sin poder correrse todo el día, por lo menos ha esta apunto 15 veces, le digo a Teresa como si ella no estuviera, mientras nos reímos los dos y la puta gime más fuerte para deleitarnos y que se entere el perro del fondo.

-Bueno, esto es ...