Me engañó y me enculó por un perro - Relatos Eróticos

Me engañó y me enculó por un perro

Estaba con Noelia, una travesti que conocí en una fiesta y me coge seguido. Estábamos descansando después que me llenara el culo de leche, me dijo que hacía poco había conocido un macho que la tenia enorme y quería ver como me reventaba el orto. Yo adoro esas pijas, obvio que agarré viaje. Mando un mensajito y seguimos charlando, al rato le contestaron, me dijo que era el chongo y siguieron chateando. “Esta viendo si puede venir ahora”, seguimos charlando, a mi la idea de esa verga enorme me estaba poniendo los ratones mil. Recibió un mensaje, me dijo que en 15 min llegaba, “ahora te voy a preparar, a el le gusta un buen circo”.

Me puso en las muñecas y en los tobillos unas pulseras de cuero tipo esposas BDSM, ya estoy acostumbrado, muchas veces soy esclavo en sesiones BDSM. Me puso boca abajo en la cama, los brazos los ató por las pulseras a la cabecera, bien abiertos. Las piernas lo mismo a los pies de la cama, no muy abiertas. Agarró un almohadón redondo y duro, muy gordo y me lo puso abajo de las caderas. Quede con el culo bien levantado, mi pija quedo para atrás, ya estaba una piedra.

Ella casi no hablaba, se reía y me pasaba suavecito las uñas por la pija y por el culo. Cuando terminó de acomodarme empezó a lubricarme, bastante vaselina que se mezclaba con los resto de su leche que había en mi culo, a cada tanto me hacia chuparle los dedos, una turra divina. Yo gemía como puta en celo y soñaba con la pija gigante. Sonó el portero, ella atendió, “esta subiendo”, y me puso una mordaza tipo pera con agujeros, “para que no hagas escándalo”.

Todo bien, estoy acostumbrado a esos juegos. Sonó el timbre, fue a abrir y volvió, ella y un tipo con un perro. No se que raza era, no entiendo nada de perros, pero era muy grandote, “este es el macho que te va a coger”. Yo entre en pánico, machos, minas, travas, hago cualquier cosa, pero animales no! Pero no podía hacer nada, estaba muy bien atado y amordazado, totalmente indefenso. Ella se rio, “ahora se te bajó la pija”, el tipo me roció el culo con un spray, dijo que ya lo había alzado al perro y que el spray era para que el animal quisiera cogerme a mi. Yo lloraba, me iban a hacer la puta de un perro, ella sacaba fotos, y yo sabía de las cámaras que filman ese cuarto. Agarro una caña de bambú finita y me dio dos terribles guascazos, esa caña es terrible, el dolor casi me desmaya, “te quiero bien marcado”.

El tipo le soltó la correa la correa al perro, que olfateo un poco, subió a la cama y me monto, empezó a tratar de meter en mi culo. No acertaba al agujero, le tipo le guió la pija y sentí la punta entrando, no dolía, estaba medio blanda (después supe que tienen un hueso que la mantiene parada). Sentí como se empezaba a endurecer y el perro se empezó a mover, me empezó a coger. Las patas me lastimaban la espalda y los brazos, también los muslos, Noelia preguntó “no les cortas las uñas a los perros”, “no”, fue la respuesta, “quiero que a las perras les duela y queden bien marcadas”. Noelia ...