B394 (SSS 2ª parte) - Relatos Eróticos

B394 (SSS 2ª parte)

... pierna?

–Ponte de pié y ven conmigo.

Me llevo hasta una pared e hizo que me apoyase en ella.

–Muy bien, te voy a azotar por estúpido. Cuenta los azotes –Dijo.

Uno tras otro cayeron veinte azotes con fusta, variando en fuerza y en ritmo. Cada azote significaba un gemido de dolor por mi parte, eso si, el dolor más placentero que había sentido nunca.

Al terminar me cogió del pelo, estirando y poniendo su cara a pocos centímetros de la mía, me dijo: –Mmmm te has portado bastante bien, solo falta que como buen sumiso me des las gracias.

–Gracias, Señora. –Contesté.

Haciendo resonar sus tacones en el suelo, volvió hacia su trono, y de una manera increíblemente sexy se despojó de su vestido, dándome cuenta en ese momento de que no llevaba tanga.

–Ponte a cuatro patas y acércate. –Ordenó.

Me acerqué a cuatro patas y cuando estuve delante de ella, abrió las piernas dando a entender que quería que le hiciese un cunnilingus, por lo que me dispuse a ello.

Empecé lamiendo su vagina de arriba a abajo y de abajo a arriba, con toda la lengua, poco a poco empecé a concentrarme en sus labios, metiéndomelos en la boca, succionándolos. Los gemidos de aquella mujer iban en aumento: –Sigue, sigueeeeee, no pareeess, quiero correrme. Joder, que bien lo haceeees.

Continué lamiendo su clítoris, despacio pero sin parar, haciendo círculos a su alrededor, entonces, de repente:

–SIIIIIII JODDEEER ME CORRROOOO. OHHHH QUE BUENOOOOO. AHHHHHHHHH.

Se acababa de correr lo cual hizo sin poder controlar los espasmos de su cuerpo.

Cuando los dos nos relajamos, se fijó en mi pene, y literalmente relamiéndose, empezó a hacerme una mamada. Empezó introduciendo mi pene en su boca hasta el fondo, aguantando un poco abajo, después comenzó a subir y bajar su boca por mi pene muy lentamente. Yo no me lo podía ni creer, estaba siendo la mejor mamada de mi vida. Luego, sin dejar de mirarme a los ojos, se puso a hacer círculos con su lengua en mi glande y a jugar con el tallo de mi pene. Mis gemidos eran cada vez más fuertes, más intensos, mientras ella seguía entretenida con mi pene.

AHHHH, SEÑORA, ME CORROOOOOO, OHHHHHH SIIIIIIII UFFFFF. –Gemí mientras mi semen salía disparado hacia la boca de aquella mujer.

Me quedé rendido en el suelo mientras aquella preciosidad de mujer se vestía y se relajaba.

–Vístete y vete, hemos terminado. Tendrás noticias de la SSS.

(¿Continuará?)

(Podéis escribirme al correo electrónico de arriba. Gracias por leerme)