1. La última mamada al novio de Carla


    Fecha: 06/01/2020, Categorías: Sexo Oral Autor: Teresita, Fuente: TodoRelatos

    ... desabrochaba mi pantaloncito y le dejaba entrever mi tanga.
    
    - Dime si estoy en lo cierto. ¿Qué has hecho esta noche?
    
    - ¿De verdad es importante para ti?
    
    - Quiero saberlo…
    
    Se estaba acercando a mi poniendome cachonda y yo a la vez no paraba de mirarlo fíjamente. Quería derretirlo y con esa respuesta pretendía ser totalmente sincera con él.
    
    - Me han follado.
    
    Se quedó de piedra. Helado. No sé si no esperaba esa respuesta, o al revés, sí la esperaba. Tuve que acercarme yo. Le cogí de la mano derecha y la puse sobre mi ombligo, descubierto que dejaba el recorrido hasta la goma de mi tanga.
    
    Bajó poco a poco hasta que su mano se metió por dentro de mi tanguita y estaba totalmente en contacto con mi coño. Sus dedos apartaron mis labios y me empezó a acariciar. Me empezó a entrar el placer poco a poco y las ganas de que sus dedos me entren.
    
    Se acercó a mi y de pronto me los metió. Empecé a notar como los movía y como se golpeaban contra las paredes de mi coño a la vez que mis otros labios empezaron a emitir pequeños gemidos.
    
    - ¿Ya te han follado el coño?
    
    - Mmmmm mmmmm mmmmm – Ignoré su pregunta, pero me volvió a insistir.
    
    - ¿Te lo han follado esta noche?
    
    - Mmmmm… Siiiii
    
    Sus dedos se intensificaron y decidió llevarme contra la mesa y apoyarme en ella. Intenté bajarme el short pero fue en vano hasta que él me sacó sus dedos para estirarlo para bajo y que se me caiga por las rodillas. Volvió a apartar mi tanga y me volvió a introducir sus dedos.
    
    -Mira, mira. Mira como se te mueven dentro.
    
    Bajé la mirada y me entró aun más gusto. Podía ver mi coñito estirado hacia él, mientras veía parte de su mano como se movía y sentía como me golpeaba por dentro.
    
    Gemí, gemí y gemí hasta que noté que sus dedos y su mano empezaba a mojarse más y más y poco a poco empezaba a despertar entre mis piernas lo que sería un gemido más grande.
    
    - Aah, aah, me corro, aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah.
    
    - Mira que mojada estás.
    
    Me enseñó su mano y efectivamente, le había dejado sus dedos y parte de su mano brillantes.
    
    - ¿No te la sacas? - Le dije buscándosela. - ¿No me habías traído para eso?
    
    - Y para hacerte dedos…
    
    - Sácala…
    
    Me puse en modo mandona y al instante ya tenía su polla fuera. La cogí con la mano y le saqué la puntita hasta ves que él también se había mojado un poco.
    
    Pasé mi dedo por la puntita recogiendo sus flujos y empecé a masturbarlo suavemente. Le sacaba la punta con fuerza que empezaba ya a estar brillante.
    
    - ¿No me vas a decir que te la chupe?
    
    - Teresaaa…
    
    - Me has hecho subir para que chupe, ¿o no es así? - Estaba un poco cachonda presionándole. Me estaba poniendo con ganas y sabía que acabaría metiéndomelo en la boca, pero quería hacerlo sufrir.
    
    - ¿Quieres chupar?
    
    - Yo ya he hecho una mamada esta noche… - Le puse mi cara más guarra al contestar.
    
    Se quedó sin palabras y decidí ser yo la que se arrodillase. Me la puse a la altura de mi cara, con su punta ...