1. Expiación


    Fecha: 08/04/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: ElRelatoDeCarlos, Fuente: TodoRelatos

    ... de rabia, de dolor, de ansias por dejar libre mis demonios. Seguía buscando en mi interior, estaba tan cerca ya, muy cerca, tanto que ardía mi vagina y necesitaba abrir más las piernas, sentir el frescor envenenado del soplo de un hombre. Ser follada.
    
    Cuando mis manos dejaron mustios mis dedos y el escozor era insufrible, pasó una mano por la piel ardiente. Palpó las nalgas, valorando la magnitud de los grandes surcos palpitantes, acarició su obra con el interés de un artista, de un escultor de formas grotescas y surrealistas. Me gustó sentir el frescor de su piel, la dureza de sus manos el interés por la humedad de mis labios.
    
    «¡Puta!» dejó tatuado en mis oídos y dentro de mi vagina con sus dedos; música y poesía para mis sentidos. “Su puta, soy su puta, su puta…” no dejaba de decir mi ser en el silencio que se me había concedido. Dos palas más, dos azotes que estallaron en mí. Mi cuerpo quedó inmóvil, un bloque de acero gris, sin aire, inerte… el dolor se expandió por mi columna, por mi espalda, la garganta y ahí se quedó, esperando, unos segundos, unos más… y llego, ya acabo, ya estoy… Grité, lloré, me oriné, me corrí, ¿todo a la vez? No lo recuerdo.
    
    Cuando todo acabó, con las mismas palabras que me desnudó, me acicaló, lo hizo con una toalla, jabón de aceite de lavanda y agua tibia de una palangana. Lo hizo con sumo cuidado, lento, preciso, ¿tierno? Al subir las bragas, dejó su semen dentro de ellas, lo hizo rápido, deseando descargar su leche, unas sacudidas y los chorros salieron. Con cuidado de no presionar las amoratadas marcas de las nalgas, subió las que fueron unas inmaculadas bragas blancas, las pegó a mi piel, a mi concha y las ajustó. Le siguió el corpiño, el vestido, los zapatos… Se aseguró de limpiar mi cara, retiró todo el maquillaje a excepción del carmín de los labios, que los besó y dejó emborronadas ambas bocas del rojo bermellón.
    
    Caminé en mi vuelta a casa. La puta volvía de su sesión de expiación. Tu puta.
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